Daniela, millones de jóvenes tienen que aguantar la inquietud diaria de vivir con un padre alcohólico. El libro Teen Troubles (Problemas de la adolescencia) dice: “Vivir con un padre alcohólico significa vivir con estrés, un estrés que te viene de un montón de direcciones”. En primer lugar, algo que te puede servir de ayuda es tener alguna idea de por qué bebe tu padre. “El entendido es el que adquiere dirección diestra”, dice Proverbios 1:5.
Por otro lado el doctor Stanton E. Samenow dice: “El ambiente del que procede una persona es menos crucial que el modo en que esta reacciona a ese ambiente”. Sí, aun si las cosas en casa parecen estar fuera de control, tú puedes tomar el mando de tu vida. ¿Cómo? Medita en las siguientes sugerencias:
1.- No asumas la responsabilidad de que tu padre beba. “Mis padres me dijeron que era culpa mía”, explicó Beth, una jovencita de trece años. Decían que su problema con la bebida se debía a que la niña era ingobernable. “Me sentía muy culpable”, admitió ella. Sin embargo, el único responsable del alcoholismo de tu padre alcohólico es él mismo. “Cada uno llevará su propia carga de responsabilidad”, dice Gálatas 6:5.
Por consiguiente, tú no puedes curar el alcoholismo de tu padre. Aunque vociferes, te encolerices, llores y discutas con él, no conseguirás mucho. Por otro lado, no estás obligada a escudarlo de las consecuencias de su problema con la bebida mintiendo por él o ayudándolo cuando se caiga desplomado por los efectos de la bebida.
2.- Anímalo a buscar ayuda. Para esto normalmente se requiere la cooperación de tu madre, de tus hermanos y los familiares más cercanos de él. La familia puede ayudar de tres maneras: 1) ayudar al alcohólico a encararse a las consecuencias de su hábito y 2) confrontarlo directamente con los hechos respecto a su hábito de beber. Si aplicas estas sugerencias quizás logres animarle a buscar ayuda.
3.- Aléjate del lugar de la pelea. Proverbios 17:14 dice: “Antes que haya estallado la riña, retírate”. No te pongas en peligro metiéndote en medio de una riña entre tu padre y tu madre. Si es posible, retírate a tu habitación, o vete a casa de algún familiar. Si hay amenaza de violencia, quizás sea necesario recibir ayuda de fuera.
4.- Admite tus sentimientos. Algunos jóvenes se sienten culpables porque a veces guardan rencor a su padre. Pero es muy normal sentirse así, especialmente si por culpa de la bebida tu padre no te presta el cuidado y el apoyo que necesitas. Es cierto que la Biblia te impone la obligación de honrar a tu padre y a tu madre. (Efesios 6:2, 3.) Pero “honrar” significa respetar su autoridad paterna tal como respetas a un policía o a un juez; no significa aprobar su alcoholismo. Tampoco indica que seas una mala persona el hecho de que te repela su hábito; ¡La borrachera es repulsiva! No obstante, quizás puedes aprender a centrar tu odio en su alcoholismo y no en su persona.
5.- Busca compañías edificantes. Si la vida en la casa es un verdadero caos, puedes perder de vista lo que es una vida de familia normal. Por eso es importante que te relaciones con personas de un buen nivel espiritual y equilibradas emocionalmente. En la congregación cristiana hay un buen número de “hermanos, y hermanas, y madres” que pueden ayudarte en tu formación y apoyarte. (Marcos 10:30.)
6.- Busca ayuda. Una gran ayuda es contar con un adulto maduro en quien confíes y a quien puedas explicar tus sentimientos. “Prescindiendo de lo mal que te sientas —dice el doctor Timmen Cermak—, recuerda que no tienes por qué sufrir solo.”
Es cierto que posiblemente no puedas cambiar la situación de tu casa. Pero, como escribió la doctora Claudia Black: “Los miembros de la familia sí pueden cambiar la forma en como les influye [dicha situación]”. En lugar de tratar de controlar al alcohólico, céntrate en quien sí puedes controlar: a ti mismo. Atiende tus necesidades físicas, emocionales y espirituales. “Sigan obrando su propia salvación”, dice la Biblia en Filipenses 2:12. Si te esfuerzas en este sentido, mantendrás un punto de vista positivo, y hasta podrías estimular a tu padre a buscar ayuda para vencer su problema.
Daniela, no todo está perdido amiga, lucha por tu felicidad. Es cierto que queremos que nuestros padres siempre estén juntos pero si la mejor salida para tu madre es que él se vaya debes respetarla y apoyarla. Por favor me dejas saber qué piensas de todo esto aquí compartido.