Mi novia sufre de bulimia necesito algunos consejos

Mi novia sufre de bulimia y ella no quiere recibir ayuda por que según esta bien, necesito algunos consejos para ayudarla por favor e intentado convencerla de que pida ayuda pero no quiere necesito consejos :((

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Tratar de convencerla es contraproducente en ocasiones. Lo mejor es darle apoyo emocional y esperar a que ella se dé cuenta de la necesidad de ayuda profesional. No insistas demasiado aunque puedes sacar el tema de vez en cuando. Probablemente la relación con su madre no sea buena. Este tipo de pacientes suelen aceptar mejor una terapia familiar en la que la responsabilidad es compartida, pues no cabe duda de que es un acercamiento más realista al problema. Ten paciencia y trata de ayudarle a ver sus problemas desde otra perspectiva, sin imposiciones. Intenta que se abra y vaya contando cosas más íntimas. Ánimo.

Alberto Belmonte - Psicólogo Clínico Online

Terapia Online vía Skype - http://experienciascumbre.es/terapiaonline/

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Te recomiendo tener un noviazgo como Dios manda. No vivir para ti mismo, sino que pensar en hacer el bien con tu vida; ver el noviazgo según Dios y para Dios; estar en gracia de Dios y cumplir los Mandamientos de Dios y de la Iglesia; ver los acontecimientos no según los intereses vanos o desordenados, sino que pensando en hacer el bien de verdad. Hacer todo esto, y ayudar a tu novia a lo mismo. Ayudar a tu novia a tener una vida con sentido; buscar el bien de tu novia, por encima de los intereses vanos o desordenados (lo cual sin duda que será bueno para ti).

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Es muy difícil convencer a alguien de que se trate, si no quiere, esto va para cualquier vicio, tabaco, alcohol, etc, la propia persona tiene que decidir cambiar, y no por el otro, si no, por el, si lo haría por vos, suponiendo siempre, y si se peleara con vos, volvería a lo mismo, puedes insistir, y si ella pone en peligro su salud, con el tiempo, si se casan, pondría en peligro al hijo si tuviera, tienes que tienes en cuenta estas cosas, coméntaselo, a ver que pasa. Sds.

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Tal como te dice el Dr. Belmonte detrás de ese trastorno hay otras cosas que aun no sabes y pueden ser como aguas profundas que para sacarlas se requiere tiempo, paciencia y discernimiento. Intenta con mucha ternura de asegurarte si ella padece algunos de los siguientes indicios, así irás aprendiendo a conocer mejor la situación y escúchala con muchísima empatía. Trata de ponerte en su lugar. Los bulímicos nunca reconocen que tienen ese problema.

Algunos indicios de trastornos del apetito

▪ La persona come muy poco, bien porque sigue una dieta severa o porque practica el ayuno
▪ Pierde mucho peso o este fluctúa
▪ Hace cosas raras con la comida, como cortarla en pedacitos pequeños
▪ Le aterroriza engordar aunque esté muy delgada
▪ Se preocupa y habla constantemente de la comida o el peso, y además hace ejercicios intensos regularmente
▪ Cesa la menstruación
▪ Se aísla, da señales de estar ocultando algo y, sobre todo, pasa mucho tiempo en el cuarto de baño
▪ Experimenta cambios emocionales, como depresión e irritabilidad
▪ Come muchísimo cuando se enfada o se pone nerviosa
▪ Abusa de los diuréticos, las pastillas para adelgazar o los laxantes

Por otro lado amigo Owsla, quiero copiar parte de un artículo que leí titulado: AYUDA PARA LOS QUE PADECEN TRASTORNO DEL APETITO.

Muestre amor abnegado
Un padre acongojado cuya hija bulímica falleció de un paro cardiaco aconsejó lo siguiente: “Ame a sus hijos aún más de lo que crea que es suficiente”. Sí, sea generoso al expresar cariño. Ayude a su hija y a su esposa a percibir que el amor que siente por ellas no depende de su figura ni de sus logros. Ahora bien, amar a alguien esclavizado a un trastorno del apetito no es fácil; por eso, la clave es el amor abnegado, un amor que según la Biblia es amable, paciente y perdonador, que está dispuesto a poner los intereses de otros por encima de los propios. (1 Corintios 13:4-8.)
Cuando cierto matrimonio descubrió que su hija era bulímica, no sabía qué hacer. “Mi opinión era que si no se está muy seguro de lo que se debe hacer, hay que tratar de comportarse con bondad —dijo el padre—. Comprendí que era una niña preciosa que tenía un problema personal muy serio. Lo bondadoso era tranquilizarla y sustentarla emocionalmente.”
Este padre le dijo a su hija: “¿Te molestaría que tu madre y yo te preguntáramos regularmente cómo te va el problema?”. Ella agradeció su bondadoso interés, de modo que los padres le preguntaban de vez en cuando cómo le iba.
“A veces aguantaba sin recaer unos días, luego unas semanas y después unos meses —explicó el padre—, pero cuando admitía que había vuelto a sucumbir, tratábamos de animarla y no mostrarnos decepcionados.” La madre añadió: “Hablábamos mucho. Le decía que era obvio que estaba progresando, y le recalcaba: ‘No te des por vencida. Has aguantado dos semanas esta vez. Vamos a ver cuánto aguantas ahora’”.
“Una de las razones por las que no nos dimos cuenta de sus extraños hábitos alimenticios era que raras veces cenábamos juntos —reconoció el padre—. Así que cambié mi horario de trabajo para estar en casa con la familia a la hora de la cena.” Este ajuste de horario para comer juntos, aunado a la atención paciente y amorosa que brindaron a su hija, la ayudó a recuperarse por completo.
Aunque hay que procurar hacer lo que sea mejor para la hija que padece un trastorno del apetito, también es importante administrar la disciplina necesaria, pues esta es una manifestación de amor. (Proverbios 13:24.) No evite que afronte las consecuencias de sus acciones. Si le hace utilizar su propio dinero para reemplazar la comida que ha consumido en uno de sus excesos o le exige que limpie lo que haya ensuciado en el cuarto de baño al provocarse el vómito, probablemente conseguirá que aprenda que debe responder por sus actos. Además, si insiste en que acate las reglas razonables que rigen la familia, le hará ver que confía en que puede controlar su vida apropiadamente. De esta manera puede conseguir rehacer su amor propio, una necesidad común en personas que padecen trastornos del apetito.
Es posible que la enferma hable de forma encolerizada debido a la confusión interior que siente. Si lo hace, trate de ver lo que hay detrás del arrebato de ira. Procure descubrir y tratar la fuente de la “irritación”. (Job 6:2, 3.) Joe y Ann sufrían mucho cuando su hija anoréxica se rebelaba y los maltrataba verbalmente.
“Seguimos tratando de mostrarle amor en lugar de echarla a la calle”, dijo Ann. Su marido añadió: “Continuamos buscando formas de ayudarla, y le decíamos lo mucho que nos interesábamos en ella”. ¿Cuál fue el resultado? La muchacha por fin se dio cuenta de que sus padres la querían mucho, y empezó a abrirse más a ellos.
Cuando la que padece estos trastornos es una hija, los padres, en especial la madre, pasan mucha tensión. De modo que el marido debe dar a su esposa mucho apoyo emocional en esas circunstancias. No sacrifiquen su matrimonio por culpa de la enfermedad de su hija. Acepten sus limitaciones.
Quizás haya casos en que sea necesario buscar ayuda fuera del círculo familiar. Evalúe todos los factores implicados y determine qué clase de ayuda será la mejor. Hará falta firmeza si la persona afectada se muestra reacia. Hágale saber que tomará medidas para proteger su vida si es necesario, pero no diga cosas que no pueda cumplir.
Habrá veces en que se sentirá impotente y la situación parecerá desesperada, pero nunca olvide exponer en oración al Dios de amor tales problemas. ¡Él puede ayudarle! “Nos dimos cuenta de que ya no podíamos hacer nada más —confesó Joe—. Lo más importante que aprendimos fue a cifrar totalmente nuestra confianza en Jehová Dios. Nunca nos falló.”

Por favor, déjame saber como van las cosas. Muy agradecido de tu amor leal a tu novia, dale mis saludos. No te des por vencido, sigue adelante que "el amor verdadero nunca falla, todo lo soporta, todo lo aguanta".

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La aconsejo que se meta en un gimnasio para tonicar y llevar una dieta equilibrada, supongo que tu novia es bastante perfeccionista, y tiene seguramente una baja autoestima, te aconsejo que vaya a una terapia con un psicólogo, si no creo que es bastante complicado, que salga sola.

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