¿Como dejar de estar estancado? Se lo que quiero pero no se como empezar a tomar rumbo.

Tengo 21 años, durante mucho tiempo no supe que estudiar o hacer de mi vida hasta ahora, pero no se por donde empezar, quiero estudiar la carrera de diseño de interiores pero no tengo desarrolladas muchas habilidades que la carrera necesita, obviamente pensé en tomar cursos sobre ello, pero tengo mucho miedo al fracaso, cada que busco algo relacionado para empezar a aprender me da mucha pereza o desinterés, estoy seguro de lo que quiero pero no se como empezar a hacer a un lado todas estas sensaciones (también me siento inútil). Cabe recalcar que me siento muy deprimido y con baja autoestima y estoy harto de mi modo de vida.

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No debes sentir que sea un grave problema el que enfrentas. Amigo Daniel, la mayoría de los jóvenes pasan por esos sentimientos pero tienen solución. ¿Has tomado un test para saber qué estudiar? Habla en la escuela o universidad a la que deseas asistir para que te digan quién se encarga de eso o hazlo en línea. En el buscador escribes: "test para saber qué estudiar" y hallarás una gran lista. Prueba y verás que tendrás una idea general.https://www.testgratis.net/psicologicos/test-vocacional.aspx ahí te dejo una muestra.

Luego habla con alguien maduro y de confianza, dile todo lo que está sucediendo a ver qué consejos sabios te puede dar. Por otro lado, el sentimiento de dignidad personal y autoestima es esencial para la felicidad. Debido a la imperfección humana y a las flaquezas que esta provoca, hay quienes tienen una opinión negativa de sí mismos, en muchos casos desde la niñez. Tal vez resulte difícil superar sentimientos muy arraigados, pero se puede conseguir; una solución a ese sentimiento negativo está en atender una necesidad inherente a los humanos, la necesidad espiritual, o sea alimentar la mente y el corazón para que los sentimientos internos sean más optimistas y positivos. Cuando aplicamos los consejos de la Palabra de Dios nuestro rumbo en la vida cambia.

Analiza la siguiente parte de un artículo que leí titulado: ¿Por qué me siento tan inseguro? Es un poco largo y no quise copiarlo todo, pero si no es mucha molestia puedes escribirme y te lo paso completo [email protected], me han ayudado a cambiar el punto de vista negativo de algunas cosas y se que te pueden ayudar de igual modo. Lo que no puedes es desesperarte porque aun estás joven amigo Daniel.

Cómo luchar contra los sentimientos de inseguridad
Sea cual sea su causa, los sentimientos de inseguridad son tan solo parte del desarrollo y puede que nunca desaparezcan por completo. Es posible que hasta personas adultas y equilibradas, a causa de una preocupación desmedida por su apariencia, reputación o aptitudes, vean también debilitada la confianza que tienen en sí mismas.
Muchos jóvenes tratan de disimular su falta de confianza en sí mismos mediante muestras de falsa fanfarronería, atuendo extravagante o comportamiento rebelde, pero hay maneras mucho mejores de hacer frente a la situación cuando te sientes inseguro.
Reconoce tus cualidades positivas: Puede que tu figura o tu físico no sean perfectos, pero posiblemente has cultivado las cualidades cristianas de “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio”. (Gálatas 5:22, 23.) Estas cualidades son muchísimo más valiosas que cualquier atributo físico, y pueden ayudarte a ganar la aprobación de Dios.
Evita comparaciones que no sean equitativas: Como dijo en cierta ocasión Eleanor Roosevelt, esposa del trigésimo segundo presidente de Estados Unidos: “Nadie puede hacerte sentir inferior si tú no lo consientes”. Gálatas 6:4 nos da un buen consejo al respecto: “Que cada uno pruebe lo que su propia obra es, y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí mismo solo, y no en comparación con la otra persona”.
¿Acaso el hecho de que alguien sea más guapo, tenga mejor ropa o sea más inteligente le hace mejor persona que tú? Lo cierto es que las apariencias externas no cuentan mucho para Dios. La Biblia dice: “Porque no de la manera como el hombre ve es como Dios ve, porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón”. (1 Samuel 16:7.)
Evita el lazo de los celos: “Los celos son podredumbre a los huesos” y engendran inseguridad. (Proverbios 14:30.) Por el contrario, aprende a ‘regocijarte con los que se regocijan’ y a alegrarte sinceramente por los logros de otros. (Romanos 12:15.) Si lo haces, los demás se sentirán mucho menos inclinados a hacer comentarios negativos sobre tus éxitos.
Interésate por otros: El doctor Allan Fromme comentó que “los que tienen un buen concepto de sí mismos disfrutan de cierta paz, porque se centran en otros [...]. Los que se tienen en poco son prisioneros del propio yo. Están encerrados en sí mismos, pendientes siempre de su persona”. Huye de esa situación por medio de no estar “vigilando con interés personal solo [tus] propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás”. (Filipenses 2:4.) Cuanto más te intereses por otros, menos te preocuparás por tus propios sentimientos de inseguridad.
Tómate las críticas con calma: “No des tu corazón a todas las palabras que hable la gente”, sobre todo cuando lo único que hacen es rebajarte. (Eclesiastés 7:21.) Por otro lado, si la crítica es merecida, busca maneras de aplicarla. “El sabio escucha y absorbe más instrucción [...]. La sabiduría y la disciplina son lo que han despreciado los que simplemente son tontos.” (Proverbios 1:5, 7.) Quizás te quedes corto en algún campo, pero eso no significa en absoluto que seas un fracaso como persona.
¿Y si las críticas vienen de tus padres? Los padres tienen la responsabilidad de disciplinar a sus hijos. (Efesios 6:4.) Si piensas que lo hacen de manera excesiva, injusta o humillante, podrías escoger un momento tranquilo para hablar del asunto con ellos y explicarles cómo te afectan sus palabras.
Fíjate metas realistas: No necesitas ser el alumno más destacado de la clase para ser un buen estudiante, ni tampoco convertirte en un atleta olímpico para disfrutar de los deportes. “La sabiduría está con los modestos”, y la modestia implica conocer nuestras limitaciones. (Proverbios 11:2.) No obstante, eso no significa que tengas que fijarte metas demasiado bajas por temor al fracaso, pues este puede servir de aprendizaje. Al fin y al cabo, se aprende a caminar por medio de superar la tendencia a caer.
No temas ser diferente: Los jóvenes que permiten que sus compañeros controlen su modo de hablar, vestir y arreglarse no son más que esclavos. (Romanos 6:16.) Si se burlan de ti por hacer lo que está bien, te servirá de consuelo saber que tu valentía regocija el corazón de Dios. (Proverbios 27:11.)
Aunque seguro que estas sugerencias te ayudarán, no esperes desarrollar seguridad en ti mismo de la noche a la mañana. Ten paciencia, espera reveses y trata de no ceder a la autocompasión. Al debido tiempo te sentirás más seguro que nunca. Amigo Daniel, no te des por vencido, actúa, se valiente, conversa con tus padre si vives con ellos o como te dije antes.

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