Desgana, falta de motivación ¿Cómo superarlo?

Vivo con mi pareja, él trabaja para que yo pueda opositar y tener una salida para ambos. Oposito de lo relacionado con mis estudios y muchas veces me falta motivación, me encantaría conseguir plaza pero no sé por qué me pongo a estudiar y me pasa mucho que no tengo narices de concentrarme y avanzar. Siempre he tenido buena capacidad, me saqué la carrera con 4 matrículas de honor (ingeniería). Esto me trae malestar y en consecuencia malestar en la pareja, discusiones, él siente que pierde el tiempo pues trabaja en algo que no es relacionado con sus estudios y mal pagado, etc.

Nos echaron del piso que alquilamos, estamos en otro sin posibilidad de mudarnos, con muchos ruidos, viejo, supermercado debajo con un zumbido constante, nos engañaron un poco... A veces me da la sensación de que me voy a volver loca.

Nuestra situación económica tampoco es muy buena. No puedo coger un trabajo porque no tengo tiempo, voy justa para el examen, la casa, comidas, mascotas...

Mi pasado no ayuda, padre alcohólico, madre aguantando a pesar de ser perjudicial para los hijos, carencias de la educación (no) recibida... A mi pareja le cuesta entender que lleve secuelas aunque no quiera. Ni siquiera sé darle la importancia a un problema según la merezca.

Soy muy pesimista, sin querer me quejo constante o al menos eso me dice mi pareja, no consigo sentir la felicidad para conseguir mi meta en condiciones. Me cuesta hacer las cosas, me gusta hacer deporte y apenas tengo fuerza de voluntad, no consigo lo que quiero o como quiero vivir en mis circunstancias.

Estuve hace años de psicólogos por depresión, debido a mi pasado (infancia y adolescencia). Actualmente no me lo puedo permitir, de ahí que escriba esto.

Desde hace poco me entran como mareos, opresión en el pecho y sensación de falta de aire, pulsaciones rápidas y lentas de un momento a otro... Ya estoy haciéndome analíticas porque hace años me salió el cortisol por las nubes. También oigo zumbidos en un oído, no sé si todo puede estar relacionado...

En fin, podría seguir escribiendo y no parar nunca, pero con esto vale por hoy.

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I. Hola amiga Melissa, primeramente muchas gracias por su tiempo al describir una parte de su situación, ha sido muy valiente y humilde al hacerlo. Como percibo que te invaden los sentimientos negativos, intenta hacer lo siguiente:

• Anota todos los días cómo te sientes.
• Cuéntale a un buen amigo o a un familiar lo que te está pasando.
• Analiza si tienes motivos válidos para sentirte así. Pregúntate: “¿De verdad están tan mal las cosas?”.
• No te aferres a tu angustia, rabia o rencor. Usa tus energías para algo más productivo.
En resumen: A menudo, los sentimientos negativos no dependen tanto de nuestros problemas sino de cómo los vemos. En algunos casos, los sentimientos negativos son el resultado de un problema de salud, por lo que tal vez necesites consultar de nuevo al médico.

Me alegra mucho saber que la información ha sido útil para ti amiga Melissa. Como dices ser muy pesimista, aquí tienes un artículo que me gustó mucho

¿Puede el optimismo mejorar la salud?
“El corazón alegre es una excelente medicina”, escribió un sabio rey israelita hace unos tres mil años (Proverbios 17:22, Straubinger). Hoy día, numerosos médicos reconocen la sabiduría de estas palabras inspiradas. Pero lo cierto es que muchos de nosotros no tenemos por naturaleza un “corazón alegre”.
Pocos logramos escapar a las presiones de la vida diaria, las cuales pueden ocasionar frustración y una actitud pesimista. No obstante, estudios recientes indican que, a pesar de las dificultades, vale la pena cultivar el optimismo.
Optimismo se define como la “actitud de la persona que ve el aspecto más favorable de las cosas y espera que suceda lo mejor”. ¿Cómo se siente la persona optimista cuando sufre un revés? No lo ve como una derrota permanente. Dicha reacción no significa que se ciega a la realidad, sino que acepta y analiza lo que ha ocurrido. Luego, según lo permitan las circunstancias, toma medidas para cambiar o mejorar la situación.
El pesimista, por otro lado, suele culparse por los problemas que se le presentan. Supone que las desgracias son permanentes y que ocurren porque es tonto, incompetente o poco atractivo. Como consecuencia, se resigna al fracaso.
Ahora bien, ¿influye el optimismo en nuestra salud y bienestar? Sí. Científicos de la Clínica Mayo, situada en Rochester (Minnesota, EE. UU.), realizaron durante treinta años un estudio entre más de ochocientos pacientes. Los resultados revelaron que los optimistas gozaban de mejor salud y una vida mucho más larga que otras personas. Los investigadores también observaron que los optimistas afrontaban mejor el estrés y que era menos probable que se sumieran en una depresión.
Sin embargo, no es nada fácil ser optimista en un mundo cuyos problemas parecen multiplicarse. Con razón a muchos les resulta difícil pensar de forma positiva. ¿Cómo hacer frente a esta situación? Aunque tener un carácter alegre no lo remedia todo, sí contribuye a una vida más saludable y satisfactoria. La Biblia asegura: “Para quien está afligido, todos los días son malos; para quien está contento, son una fiesta constante” (Proverbios 15:15, Versión Popular).
Algunas sugerencias para ser más optimista
▪ Cuando le dé por pensar que no disfrutará de algo o que no tendrá éxito en algún proyecto, descarte la idea. Concéntrese en lo positivo.
▪ Esfuércese por hallar satisfacción en su trabajo, y prescindiendo de cuál sea, busque en él aquello que le proporcione un sentido de logro.
▪ Busque amigos que vean la vida de un modo optimista.
▪ Si puede controlar una situación, tome medidas al respecto; si no, trate de aceptarla.
▪ Cada día anote tres cosas buenas que le hayan sucedido.
[Nota]
Estas sugerencias se basan, en parte, en una publicación de la Clínica Mayo.

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Tus problemas mentales y físicos tiene una causa principal que es la alimentación, mira http://librosdesalud.es/100-libros-de-salud-en-1.pdf

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