I. Hola Luís, deberá responderte un experto, pero a mi juicio y como bien has apuntado, parece una alteración psicológica, aunque tal vez unida a un problema llamado 'abrazo de la muerte', que afecta al pene cuando la masturbación es excesiva y hecha ejerciendo demasiada fuerza o presión.. es una ateración reversible, pero es necesaria voluntad y tiempo, aquí puedes leer sobre ella,
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-11-29/abrazo-muerte-death-grip-syndrome-afecta-millones-hombres-problema-sexual_1106182/
Como decíamos antes, al mismo tiempo podrías estar padeciendo una disfunción eréctil "nerviosa y ficticia", perdiendo la erección y parte del apetito sexual tan sólo porque tienes alterado el sistema nervioso, tu pene no sufre ningún problema real o físico, todo estaría en tu cabeza, este teórico problema tambien es conocido como "disfunción eréctil de origen neurológico", que pienso es lo que podría estar ocurriéndote.
No sé tratarlo, ni tampoco tengo la certeza de que se trate de esto, pero si quisiera darle una oportunidad al diagnóstico, al menos hasta que te conteste alguien más conocedor, por favor revise esta información que podría ser de tu interés y dínos si esto entre en lo posible, o sientea que es distinto o un problema más físico, donde intervendrian menos la cabeza y los nervios. Mucho ánimo y disculpa tantos enlaces y un texto tan largo.
http://scielo.isciii.es/pdf/urol/v63n8/06.pdf
https://blog.tenemosunaedad.com/blog/index.php/las-lesiones-neurologicas-pueden-causar-disfuncion-erectil
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-06142010000800006
1. Cambio de hábitos alimenticios, como reducir el consumo de carnes rojas y aumentar el consumo de verduras. También se recomienda bajar el consumo de alcohol y abandonar el hábito de fumar.
2. Incluir en tu rutina diaria los ejercicios cardiovasculares. Esto mejorará la circulación sanguínea en el organismo, incluyendo la del pene.
3. Realizar ejercicios de kegel para fortalecer el músculo pubococcigeo. Esto permitirá fortalecer la musculatura que consigue levantar las erecciones.
4. Buscar ayuda psicológica. Si tienes menos de 40 años, es probable que la causa de tu disfunción eréctil sea emocional o mental. Lo más recomendable, en estos casos, es buscar la ayuda de un especialista.
5. Los tratamientos hormonales son indicados como tratamientos médicos en caso de que existan problemas hormonales que influyen en la función sexual. Son aplicados por medio de inyecciones o píldoras.
6. Los tratamientos farmacológicos también son indicados previa consulta médica.
7. La inyección intracavernosal es otro de los tratamientos médicos usados para tratar la disfunción eréctil. Se trata de inyectar directamente en el pene un fármaco para activar los procesos físicos que llevan a la erección.
8. La terapia transuretral consiste en aplicar localmente medicamentos a través de la uretra.
9. En algunos casos, pueden ser recomendados los aparatos de vacío. Es un cilindro de plástico que se coloca en el pene para llevar el flujo de sangre necesario en una erección.
1. Enfermedades asociadas a la disfunción eréctil como: afecciones del corazón, presión arterial alta, diabetes, obstrucción en las arterias, afecciones de la tiroides, alcoholismo, depresión y trastornos del sistema nervioso.
2. Tomar algunos medicamentos que impiden el correcto funcionamiento del mecanismo de la erección. Entre ellos tenemos: medicinas para la presión arterial (en especial los betabloqueadores), antidepresivos, pastillas para dormir, medicinas para el corazón y medicinas indicadas para la úlcera péptica.
3. Existen otras causas físicas que pueden causar disfunción eréctil como el consumo de alcohol, nicotina y cocaína, una lesión en la médula espinal y niveles bajos de testosterona, que no solo influyen en la erección, sino en el impulso sexual del hombre.
4. Entre los factores emocionales que pueden conducir a problemas de erección encontramos estrés, ansiedad, miedo, ira, sentimientos de fracaso e incertidumbre, problemas en la pareja como mala comunicación, expectativas sexuales poco realistas, comer poco saludable, problemas económicos o familiares.