I. Hola joven, no tengo mucha experiencia en poder saber lo que pretende su madrastra pero deseo aprovechar esta oportunidad para darle mis más sentidas condolencias por la muerte de su madre. Perder a uno de los padres en la muerte es una experiencia traumática, mi padre murió hace unos años y hasta ahora no he superado los sentimientos de duelo.
¿Qué aprendí tras la muerte de mi padre? Es lo que deseo compartir con usted. Saber la verdad sobre la muerte y lo que sucede después le da a uno tranquilidad y paz interior. Por ejemplo, lo que sucede cuando fallecemos no es ningún misterio para Dios, el Creador del cerebro. Él conoce la verdad, y en su Palabra, la Biblia, explica en qué estado se encuentran los difuntos. Allí se enseña con toda claridad este hecho: cuando una persona muere, deja de existir. La muerte es lo contrario de la vida, de modo que los muertos no ven ni oyen ni piensan. Ni una sola parte de nosotros sigue viviendo cuando muere el cuerpo. En efecto, no poseemos un alma o espíritu inmortal.
Después de afirmar que los vivos saben que morirán, Salomón escribió que “los muertos [...] no tienen conciencia de nada en absoluto”. Entonces amplió esa verdad fundamental al decir que no pueden amar ni odiar y que “no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el [sepulcro]” (Eclesiastés 9:5, 6, 10). De igual modo, Salmo 146:4 dice que cuando alguien muere, “perecen sus pensamientos”; en efecto, se acaban por completo. Lo cierto es que somos mortales y no seguimos viviendo después de la muerte del cuerpo. Nuestra vida es como la llama de una vela. Cuando se apaga, no va a ningún sitio, sino que sencillamente deja de existir.
Entonces, ¿Qué esperanza tienen? En cierta ocasión, Jesús fue a Betania, una aldea cercana a Jerusalén donde vivía su amigo Lázaro. Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba cuatro días muerto. Acompañado de Marta y María —las hermanas de Lázaro—, Jesús se dirigió a la tumba, y en poco tiempo se juntó allí una multitud. ¿Se imagina la alegría de Marta y María al ver a Jesús resucitar a su hermano? Fíjese lo que dice en Juan 11:21-24... "Marta entonces le dijo a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero, incluso ahora, sé que todo lo que le pidas a Dios, Dios te lo dará”. Jesús le dijo: “Tu hermano se levantará”. Marta le respondió: “Yo sé que se levantará en la resurrección, en el último día”.
Y en los versículos 38-44 añade..."Jesús, después de conmoverse otra vez en su interior, fue a la tumba. En realidad era una cueva, y había una piedra tapando la entrada. Jesús dijo: “Quiten la piedra”. Pero Marta, la hermana del difunto, le dijo: “Señor, ya debe oler mal, porque han pasado cuatro días”. Jesús le preguntó: “¿No te dije que si creías podrías ver la gloria de Dios?”. Así que quitaron la piedra. Entonces Jesús levantó la mirada al cielo y dijo: “Padre, te doy las gracias por haberme escuchado. Yo sé que tú siempre me escuchas, pero lo digo por la multitud que me rodea, para que crean que tú me enviaste”. Y, después de decir esto, gritó con fuerza: “¡Lázaro, sal!”. El que había estado muerto salió. Tenía los pies y las manos atados con vendas y la cara envuelta con una tela. Jesús les dijo: “Quítenle las vendas y dejen que se vaya”
Entre las buenas noticias que da la Biblia se encuentra la esperanza de la resurrección. Marta misma había aprendido que Jehová promete resucitar a los muertos para que vuelvan a vivir en la Tierra. ¿Sabías esas cosas? ¿Qué le parece todo eso? ¿Verdad qué nos consuela saber que nuestros seres queridos que han muerto los volveremos a ver algún día?
Despreocúpese por lo que su madrastra crea, diga y haga. No le devuelva mal por mal. Perdónela y siga adelante. Déjeme saber lo que piensa. Muchas gracias por su tiempo. Aprecio y valoración.