Tener rectitud de intención y no obsesionarte con nada; lo primero te ayudará a lo segundo. Te recomendaría comenzar por una buena confesión, si estás bautizada; y estando en gracia de Dios esfuérzate en vivir el amor de verdad, no viviendo para ti misma, sino que pensando en hacer el bien; con las personas, lo mismo; piensa en su bien, no en tu mero interés; y ni que decir tiene que haciendo el bien, la primera beneficiada eres tú. Te recomiendo frecuentar los Sacramentos, y hacer oración, pidiéndole a Dios luz y fuerza para amar de verdad. En la oración puedes ver la rectitud de tu intención, intentar depurarla o rectificarla más; y una vez que veas que está dentro de un enfoque recto, poner unos medios que consideres razonables (no tienen que ser extraordinaria, ya que la vida normal, ya te los puede brindar), pero, como te decía, sin obsesión por resultado final alguno que ya no dependa sólo de ti. Si te obsesionas, eso te tiene que informar de la necesidad de rectificar la intención, ya que significa que te estás dejando llevar por meros particulares intereses temporales o materiales, anteponiéndolos a lo fundamental.