A ver, te comento que uno de los casos "similares al tuyo" y esto es personal, pero te lo cuento para animarte, es que por circunstancias de enfermedad y por necesitar mi madre asistencia médica las 24 horas del día, cosa imposible para mí, tanto económicamente como por tiempo, al estar trabajando y ser hijo único, tuve que buscar una residencia.
Ella misma comprendió la situación y muy animosa me alentó a hacerlo.
Busqué para asegurarme que era un sitio donde estuviese bien atendida. No lujosa, porque no podía permitírmelo, pero con su pensión y ayuda de mi parte, la encontré a unos kilómetros de mi domicilio.
Cuando la ambulancia, pues tenía que ir en silla de ruedas o taxi adaptado se la llevó y yo con ella, pues imagínate el nudo que se me hizo en el estómago, pensando además que quizá no volvería a su domicilio, de donde salía.
Sin embargo ¿cómo lo resolví?... en primer lugar, claro está, la acompañé para asegurarme de su ingreso, recursos, comidas, atención médica, condiciones, etc... que me agradó.
En segundo, empecé con dos visitas semanales, amén de alguna llamada a la residencia para preguntar como iba.
En mis visitas, ví que estaba bien, atendida, que había hecho amistades de personas con edad similar a la suya, comía bien y estaba animada y eso me fué tranquilizando.
A no tardar mucho y viendo su transformación positiva en dicho lugar, dejé de sufrir y me recuperé... no del todo, claro está, pero hay que pensar que es "ley de vida", que hacemos lo que podemos y si como vulgarmente se dice, tu "no la pierdes de vista", como hice yo, tanto ella, sabiendo que sus hijos no la olvidan y yo, comprobando su estado conseguimos llevarlo bien.
Así que para concluir, te digo que aunque dices "no se si me recuperaré", te digo que sí... si tú ves que está bien en tus visitas, eso te reconfortará.