Tengo novio pero no puedo dejar de pensar en un compañero de trabajo

Llevo 7 años con mi pareja, la verdad que tanto el como yo des del principio buscábamos lo mismo, por circunstancias de la vida no he conseguido todo lo que nos proponíamos, ni de lo que hablamos, la verdad es que me siento desilusionada hacía el, y nuestra relación se va enfriando por momentos, todo esto se complica aún más cuando aparece un compañero de trabajo el cual siempre esta hay y que según el tambéín tiene problemas con su mujer, lo peor o mejor, es que me hace sentir mujer, que estoy viva.
Mi cabeza no puede dejar de pensar en él y busco cualquier excusa, por tonta que sea, para hablarle o enviarle correos. Cuando estoy en casa y pienso en el compañero me siento culpable, no he hecho nada de lo que pueda arrepentirme, pero cada vez veo mi relación más débil y no se que hacer. Por favor ayuda.

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Lo primero es decirte, que antes de dar un paso, sea en la dirección que sea, has de aclarar y averiguar a ciencia cierta cuales son los sentimientos que tienes hacia tu pareja estable, ya que, la monotonía en la convivencia suele tener éstas consecuencias de confunsión ante una novedad, pero debo de recordarte, que las novedades, con el tiempo, también dejan de serlo.
Por otro lado, creo que, deberías de hablar el tema con tu pareja, expresarle con sinceridad tus dudas y confusión que éstas mismas te están creando en tus sentimientos, tal vez, si rompierais la forma que tenéis de vivir juntos y crearais nuevos métodos y elementos en dicha convivencia, ésta podría dar un giro de 180 grados y favoreceros en todos los aspectos, tanto de pareja como de forma individual. Pero, para poder dar comienzo al mismo, debéis de hablar, francamente, teniendo las ideas y proyectos futuros muy claros, donde incluyo tus sentimientos.
Mira, en la monotonía hay varios campos en la vida, que son los más dañados, uno es el individual, diariamente se suele hacer lo mismo, trabajo, casa, trabajo, casa y así sucesivamente, en el trabajo se suele romper a veces con la misma dados los acontecimientos laborables y todos los momentos que se comparten con los compañeros, que son, incluso más, que el que se convive con la familia. En la vida familiar es más austera, ya que, sólo, entre semana, se comparten unos desayunos acelerados y unas cenas con la mente y el cuerpo ya cansados, por lo que si a ésto le añadimos las actividades que suelen hacerse en fines de semana, por lo general, siempre por el mismo orden, limpieza del hogar, compra, comida, tele, siesta, cena, y cama... etc, llega un momento que dicho mecanismo automáticamente aburre y desalienta a la pareja anulando una motivación, una impulsividad, acomodándose por pensar ambos, que hoy no se puede hacer nada mejor y así un día tras otro y otro y otro, hasta que se enfría todo y se olvida incluso que es lo que llevó a la pareja a estar juntos y se olvida el romanticismo en ella y se olvida que el sexo se puede hacer también de día y fuera del lecho y con elementos divertidos y placenteros y olvidándose en todo éste conjunto si se quiere o no a ésta pareja, pensamiento, por cierto, que suele ser recíproco. Mientras se vive ésta etapa por dejadez de ambos componentes de la relación, en el campo laboral, de pronto aparece una persona que nos hace recordar intereses en nosotros mismos, que nos divierte, que nos enriquece con historias desconocidas de su vida, que nos piropea, cosa que hacía tiempo nadie nos lo decía, que nos hace sentir con más vitalidad, coquetas, con ganas de estar atractivas... etc y así una infinidad de sensaciones que teníamos olvidadas en un cajón de nuestro ego interior. Pero, ésto, no debe de confundirse con amor, es sólo una novedad, ya perdida en nuestra relación estable, que ha quedado en punto muerto y que hay que saber arrancar, eso sí, siempre que no queramos comprar otro modelo, pero hay que recordar siempre, que todos los coches, sino se cuidan, se estropean de igual forma, todos sin excepción suelen necesitar gasolina para andar y todos sin excepción una revisión anual, un lavado semanal, antes de un viaje comprobar su estado... etc, pues, en una relación, hay que hacer lo mismo e ir a parte de cuidarla, añadiendo más elementos novedosos y enriqueciéndola de igual forma y tener una constancia en ello.
Todo depende de ti, pero recuerda, que la dejadez en una relación y su enfriamiento es motivado por dos, no por uno de los dos, por dos, la pareja son dos, y con el tiempo, también te ocurriría el mismo problema, ya que, tu eres parte de la misma, con ésta actual y con la futura.
Piensa tranquilamente, si lo que deseas es cambiar la forma de convivir con tu pareja o si lo que deseas es cambiar de pareja, decidas lo que decidas, aquí estaré, un abrazo y cuidate, virgi2.

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