Historia sin fin

Estoy en pareja hace 8 años, poco antes de los 3 años de la relación conocí un hombre con quien reconozco haberme encaprichado al principio, comenzamos una relación, nunca pensé que me iba a marcar tanto. Han pasado 5 años, y se que lo amo, nunca he podidodejar ami pareja, por distintos motivos, principalmente por el daño que causaría a la gente que me rodea. Actualmente no estoy con el hombre a quien amo, nuestra a relación siempre ha sido a intervalos, soy yo la que se va sin aviso, en mi intento infructuoso por hacer de mi vida lo que haría feliz a todo el mundo que me rodea. Este hombre siempre ha estado ahí cuando he ido en su búsqueda, siempre esta conla esperanza de que lo nuestro resulte de una vez por todas. Ahora, siento la necesidad imperiosa de plantearle a mi pareja que a pesar de quererlo mucho y de tener una muy buena convivencia, no lo quiero como hombre, como pareja. Necesito reacer mi vida, y verme libre, para en ese momento buscar la oportunidad de estar con el hombre a quien amo, si el ya no estuviera ahí, se que me destruiré, pero saldré adelante. Fuera de esto ultimo, necesito ser honesta con mi pareja, pero no tengo las agallas, no sé como plantearlo. Necesito saber si estoy errada en lo pienso hacer o no, y cómo podría hacerlo. Gracias

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Creo que debes ser honesta contigo mismo, incluso antes de con tu pareja. Si no amas al hombre con el que convives, y eso sucede desde hace 5 años, estás haciendo un gran mal, ¿cómo te sentirías tu si te enteras que la persona a la que quieres y con la que vives hace años que está en secreto enamorada de otra persona?. Debes darle la oportunidad de tener un amor correspondido.
Respecto a estar ocn una persona por no hacer daño a la gente de tu entorno... debes pensar en tu propia felicidad, los que te quieren lo comprenderán, los que no te quieren y piensan sólo en las apariencias, no están legitimados para decidir sobre tu vida.
Si amas a un hombre y él te corresponde, tal vez debáis daros una oportunidad. Puede ser que no salga bien, pero en cualquier caso, si es lo que te pide el corazón, no te quedes con esa espina clavada para siempre. Todos tenemos derecho a buscar nuestra felicidad en sentido pleno.

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