Me preocupa mi hijo

Hola, tengo un hijo de veintiséis anos que todavía vive en mi casa donde yo le doy todo lo que necesita, solo para que el termine la universidad, primero elige una profesión que luego abandono porque decía que no estaba seguro, luego no tenia ni idea de lo que quería estudiar, hasta que me enoje y le dije que escogiera lo que fuera, pero que estudiara .en fin es un desastre. De trabajo lo mismo, pone un negocio hoy dura un mes, luego inventa otra tan poco resulta, lo que en realidar el no se quiere buscar un trabajo que dependa de otro, el se sienyte muy independiente, pero ahora le nace un bebe que necesita de un padre responsable. Yo le paso una mansualidad para sus gastos y de repente descubro que abadona de nuevo dos cuatrimestre de la carrera, el dice que lo de el es negociar, ¿hasta cuándo seguiré dándole todo?. Ya estoy cansada porque tengo un marido que no es el padre y lo mantiene, yo no trabajo y estoy en presión no se que hacer, otra cosa estoy fuera de mi país donde el esta separado de mi.que me pueden aconsejar. Gracias

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La cuestión es que le has dado todo, más de lo que el necesitaba, por lo que no valora lo que tiene, la cuestión es que debes darle presión, NO existe ningún empresario que no haya estudiado, es importante la educación, como pretende ser negociante si no mantiene los estudios y mucho menos un trabajo, debe aprender a responsabilizarse, el peso ya no debe caer sobre ti, ya el debe crecer por su cuenta, tu lo puedes apoyar y no esta mal, pero mantenerle esa maña no es sano para ninguno, si tuvo un bebe debe atender por el y ya hacerc la idea que este mundo no es para los inconsistentes, si quiere crecer debe ser constante y mantener un ritmo continuo, no eso de estar renunciando a cada trabajo.
Todo empresario crece desde abajo para poder mandar tienes que aprender a obedecer, ley fundamental de la vida y el negocio.
Por tu parte no debes ya darte mala vida por lo que tu hijo se ha causado a si mismo, lastimosamente la mayoría aprende por las malas, y de ser así con el pues no hay de otra, a veces aconsejarlo o gritarle no basta, hay que como padres ejercer la autoridad que se tiene y dar presión, pues la presión crea y forma carácter necesario para enfrentar las dificultades y responsabilidades del día a día social.

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