Timidez

Hola
Mira toda la vida he sido cohibido, parco, no hablo mucho. Pero quiero mejorar mis relaciones personales.
Ojala me puedas ayudar
Gracias

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El miedo: ¿Algo innecesario?
Nada causa tanto sufrimiento como el miedo a sufrir. Evita entonces el miedo innecesario.
Por miedo a sufrir soledad, sufrís la tortura de una mala compañía.
Por miedo a sufrir el final de una relación sufrís por años el infierno de una mala pareja.
Por miedo a sufrir las responsabilidades del adulto, sufrís de por vida el actuar como un niño inválido.
Por miedo a sufrir a causa de tus errores, sufrís las consecuencias de no comprometerte ni jugarte nunca.
Por miedo a sufrir el rechazo de los otros, sufrís en tu soledad y tu aislamiento sin salir nunca hacia el encuentro.
Por miedo a sufrir que alguien no te quiera, te convertís en posesivo y lo único que conseguís es que todos te huyan y te quedes solo.
Por miedo a sufrir una relación sexual no bien lograda, sufrís por años la castración de una impotencia impuesta por vos mismo.
Por miedo a fracasar en tus proyectos, sufrís el terrible fracaso de no emprender ninguno.
Por miedo a que tu hijo de un mal paso, lo convertís en un inmaduro y un sobreprotegido, incapaz de dar un paso por su cuenta.
Hay un temor al sufrimiento que es sano, porque funciona como una señal de alarma que suena a tiempo para que evites el dolor innecesario.
Pero hay un temor al sufrimiento que es dañino, porque es como una alarma que suena todo el tiempo, que te impide vivir y te causa sufrimientos que podrías evitar.
Evita, entonces, el miedo innecesario.
El miedo existe en cada uno de nosotros ante diferentes situaciones pero lo malo del miedo es cuando somos parte de él o somos generadores de miedo en forma continua.
No está mal tener ciertos miedos pero cuando sufrimos temor ante todo lo que se nos presenta debemos detenernos y ver qué está pasando en nuestro interior.
El miedo paraliza y también cuando lo transmitimos a los que nos rodean, sobre todo a nuestra descendencia origina traumas de por vida.
Por eso ¡Cuidado! Sufrir en la vida por lo que ocurre en determinados momentos está bien, pero sufrir por todo y sumar a esto hechos imaginarios, suponer que todo va a conducirnos a un mal final, a un pésimo resultado hace estragos en nosotros, en nuestras vidas y eso es lo lamentable que por no parar esa hola de miedo que nos invade, por no cerrar esas puertas por donde se filtra nos vamos haciendo sus prisioneros y una vez que estamos en su celda tal vez podamos encontrar con ayuda la llave que nos permita salir pero el daño interior en muchos casos es irreparable y todo lo que no supimos vivir por estar presos ya no puede recuperarse.
Debemos comprender que en la vida todos pasamos en algún momento por el camino del sufrimiento, que a veces no lo podemos evitar, pero no hagamos que nuestros temores, nuestros miedos lleguen a enfermarnos al punto tal de vivir siempre caminando por el sendero lleno de obstáculos que sólo nosotros fabricamos...
La vida pasa demasiado rápido, no tenemos que detenernos, no tenemos que ponernos piedras, no tenemos que pensar que nos espera lo peor, o condicionarnos a algo que pensamos que es nuestra única alternativa... al contrario debemos aprender a vivir instante por instante y así como una sorpresa toca nuestro corazón y nos alegra, dejemos que todo fluya y no suframos antes de tiempo... Pase lo que pase: El show debe seguir y el mejor actor se nutre de su experiencia, de sus fallas y de todo aquello que muchas veces quebró su fortaleza, que lo hizo temblar, dudar, sufrir y hasta llorar.
Dejate llevar, sin temores, sin miedos, en esta obra de teatro que llamamos Vida, vos y yo somos los protagonistas... Es nuestro desafío salir a escena con las piernas firmes o temblar detrás del telón.
Necesitamos
Un borrador, para borrar de nuestra historia todo lo que nos haga daño.
Un detergente, para quitar las manchas de las máscaras que usamos a diario.
Unas tijeras, para cortar todo aquello que nos impide crecer.
Un pájaro, para que nos enseñe a volar alto y cantar con libertad.
Una tinaja, para añejar el cariño y la madurez del amor.
Un frasco transparente, para conservar las sonrisas y sin tapa para escuchar su alegre sonido.
Unos lentes, correctores de la visión de la vida, que nos permitan observar con amor al prójimo y a la naturaleza.
Una ardilla, que nos indique como trepar por las ramas del árbol de la sabiduría.
Unas agujas grandes, para tejer sueños e ilusiones.
Un cofre, para guardar todos los recuerdos que construyen y dan vida.
Un cierre (zipper), que permita abrir la mente cuando se desee encontrar respuestas, otro para cerrar nuestra boca cuando sea necesario, y otro para abrir nuestro corazón.
Un rebobinador de películas, para recordar los momentos más felices en nuestras vidas.
Un reloj, para darle todo el tiempo al amor y al amar.
Los zapatos de la ética y la moral, para pisar firme y seguro por donde quiera que vamos.
Una balanza, para pesar todo lo vivido y todo lo experimentado.
Un espejo, para admirar una de las obras más perfectas de DIOS...
¡Tú!
No pierdas tiempo
La vida es un regalo maravilloso y una gran oportunidad para nuestra evolución y nuestro aprendizaje, es como una beca en el mejor colegio.
Es la posibilidad de grandes logros y además, de corregir errores pasados. Y si perdemos esta oportunidad de hacerlo, quedan nuevamente pendientes en nuestro legajo con las consecuencias que ellos acarrean, estemos encarnados o no.
Además lo que se ata en la Tierra, se desata en ella, por lo cual cargamos con nuestras deudas hasta la próxima venida al planeta en la que tendremos nuestra próxima oportunidad de saldarla.
Hay un bello poema del siglo XVII que lo ilustra así:
El Tiempo
¡Dios nos pide del tiempo estricta cuenta!
¡Es forzoso dar cuenta a Dios del tiempo!
Más ¿cómo dar, del tiempo, tanta cuenta,
si se pierde sin cuenta tanto tiempo?
Para hacer a tiempo, mi cuenta,
Dado me fue, por cuenta, mucho tiempo.
Más no cuidé el tiempo y se fue la cuenta...
Estoy ahora sin cuenta... estoy sin tiempo...
A vos, que tenéis tiempo y tenéis cuenta
No lo gastéis, sin cuenta, en pasatiempos.
Cuidad al tiempo, mientras tenéis cuenta.
¡Ah! Si quien esto cuenta de su tiempo.
Hubiese hecho, a tiempo, aprecio y cuenta.
No lloraría, sin cuenta, el no tener tiempo
Fray Castelo Blanco
Tu tiempo es tuyo y es tu responsabilidad atesorar en el cielo, lo que significa trabajar para tu evolución espiritual que es el único bien que te llevas contigo.
También tienes derecho a estancarte, ya que tu libre albedrío es totalmente respetable; pero ten en cuenta que eres el arquitecto de tu propio destino y no culpes a nadie por lo que te ocurra.
Esto sería como esconder la basura bajo la alfombra, allí se va a quedar hasta que tu mismo la quites y mientras tanto la suciedad estará presente en cada acto de tu vida con su secuela de dolor y sufrimiento.
Pero es que no vale la pena estirar las molestias y mucho menos cuando las consecuencias afectan la apertura del puente que te une a ese Ser Divino de Luz que es Tu Maestro Interior.
En todo, siempre es cuestión de dar el primer paso...
"No pierdas ni un segundo. No sabes cuando ya será tarde."
Hola
Gracias por tu respuesta, me gustaría saber donde encontrar este tipo de lecturas, mensajes, lemas, de motivación, etc gratis.
Espero tu respuesta.
Gracias
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Cuidate y suerte.

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