¿Qué sentimiento es este?

Es verdad que existen fraudes por este medio, que generalmente te expones a tratar con personas que no son reales y que están llenas de fantasías; también es cierto que podrías estar tratando con un delincuente; experto en seducir mujeres para luego hacerles cosas terribles... pero creo que en lo personal mi opinión no es muy acertiva; yo conocí a mi esposo por este medio, y aunque tampoco creí que me iba a enamorar sucedió tal cual platicas, primero por amistad, luego fue una consulta semi-profesional, después fue más directa vía correo, luego sms, luego telefónica... y bueno su voz me cautivo, su conversación me intereso y poco a poco fui deseando sus llamadas, anhelaba llegara la hora de verle por internet... y el día que le conocí por web-cam me sentí tan nerviosa como chiquilla adolescente en su primera cita, y aunque para mi era irracional y me negué muchas veces a admitir que sentía amor... lo sentía el corazón latía a mil por hora y me sudaban las manos.
Sin embargo en casa ya había sucedido algo similar a una hermana y se caso con un uruguayo... siempre creí que había sido una casualidad, sobre todo porque ella si es muy emotiva; en mi caso siempre tengo los pies en la tierra... y aun así puse uno en la nube; el día que le conocí en persona fue cuando viajo de los e.u para casarnos, después de 1 año de ser ciber-novios, ese día conocimos a ambas familias y aunque nadie nos dama mucho de juntos, puedo decirte que hoy después de 4 años soy muy feliz y que nunca me arrepentiré de haberme atrevido a sentir... me alegra darme cuenta que no elegí mal... pero siempre cabe la posibilidad de que sucedan cosas buenas o malas, al fin de cuentas nunca sabes con quien tratas... solo es cuestión de decidir si estas dispuesta a arriesgarte.

Esto no siempre es así, hay personas que se relacionan mejor personalmente que a través de el ordenador. Por otra parte, para personas más tímidas o que tienen miedo a que les hagan daño, puede resultar más fácil este método ya que producen una falsa sensación de seguridad, como de no estar arriesgando nada, cuando en realidad, muchas veces uno se expone más de lo que lo haría personalmente.
El no ver la cara de la otra persona, puede resultar más fácil también, ya que puedo dejar fluir mis emociones y decir todo lo que pienso, sin que la otra persona interrumpa con gestos, miradas o interferencias frenando nuestro discurso.