Como ayudo a mi hijo en su timidez
tiene 14 años le cuesta sociabilizar es maruy tímido,y a la vez es inteligente como puedo orientarlo??'
Estimada gladis1 su hijo esta pasando por una de las etapas mas difíciles de su vida tiene que valerse por si mismo y encontrara su identidad este articulo de la revista despertad abril del 82 pag. 4 le ayudara y ademas le dejare este link para que descargue un libro llamado los jóvenes preguntan esta el volumen 1 primero y después descargue el Volumen 2 le ayudaran mucho a su hijo y lógicamente léalo usted primero le ayudaran mucho en esta sociedad que vivimos. Los orientara como padre e hijo, aborda la mayoría de problemas que ellos enfrentan en esta difícil pero bonita etapa de la vida.
El articulo es:
Los jóvenes preguntan...
¿Qué puedo hacer en cuanto a mi timidez?
EL JOVEN era alto y bien parecido. De hecho, se decía que no había ningún otro que fuera mejor parecido que él. Sin embargo, era sumamente tímido. En cierta ocasión que se le hizo un cumplido, se consideró demasiado insignificante para merecerlo. Después que se le nombró en privado para una posición de autoridad, no le reveló lo acontecido a nadie, ni siquiera a su familia. Y cuando llegó la ocasión en que había de ser presentado públicamente en su puesto, se escondió. Hasta cuando ciertos hombres, llevados por la envidia, hablaron de él de modo insultante, “él continuó como uno que ha quedado mudo”.
Tímido... sí; pero venció la timidez, y el problema no se volvió a mencionar más. ¿Tienes tú también el problema de la timidez? ¿Quisieras vencerlo también?
Según se mostró en un número anterior, puede que hayas aprendido a ser tímido debido a las experiencias que hayas tenido con la gente. Quizás te hayas convertido en una persona demasiado cohibida, o tal vez hayas permitido que pensamientos y previsiones negativos controlen tus acciones. Puede que la timidez se haya convertido en un modo de vida muy arraigado en ti. De modo que, en primer lugar, debes realmente querer cambiar y creer que es posible cambiar.
Cómo vencer el problema de la timidez
El vencer la timidez requerirá tiempo y esfuerzo. Tendrás que pensar y comportarte de manera diferente. No te preocupes en cuanto a si la otra persona te está evaluando o no. Es probable que esté demasiado ocupada pensando en sí misma y en lo que ella dirá y hará. Sé positivo. Nadie es perfecto; todos tenemos nuestras virtudes y nuestras flaquezas. Hasta personas que se ven muy atractivas tienen generalmente defectos que ellas han minimizado o disimulado. Por eso, esfuérzate por desarrollar amor propio.
Aprende de los errores que hayas cometido en el pasado, pero no sigas recordándolos. Ten presente que hay diversas maneras de ver las cosas, diferentes gustos y aversiones. Las personas no siempre están de acuerdo. Una diferencia de opinión no significa que se te rechace como persona. Nadie tiene éxito en todo lo que hace. Todos tenemos algunos fracasos, pero éstos pueden ayudarnos a que nos fijemos metas realistas. Y simplemente no tienes por qué aceptar el concepto que tengan de ti otras personas. Puede que se hayan equivocado al juzgarte.
Tampoco deberíamos formarnos un juicio erróneo de otras personas... una causa que comúnmente contribuye a que uno se aísle y actúe tímidamente. Un joven que era sumamente tímido, pero que más tarde pudo vencer esa condición, dijo esto: “Descubrí dos cosas acerca de mí mismo; y una vez las entendí, pude vencer la timidez. En primer lugar, era demasiado egocéntrico. Pensaba demasiado en mí mismo y me preocupaba por lo que la gente pensaba de lo que yo decía. En segundo lugar, imputaba malos motivos a las demás personas... desconfiaba de ellas y pensaba que iban a menospreciarme. Las estaba juzgando mal, al igual que a mí mismo”.
¿Qué ayudó a este joven a cambiar de actitud? El comenzó a asistir a las reuniones que celebran los testigos de Jehová. Sigue diciendo: “Oí una conferencia allí que realmente me ayudó. La conferencia trataba sobre el amor. El orador señaló que el amor es sociable; que si uno tiene amor, piensa lo mejor de otras personas, no lo peor. Así que aprendí a no imputarle malos motivos a la gente. En vez de eso, empecé a atribuirle buenos motivos. Me dije a mí mismo: ‘Van a ser comprensivas, van a ser bondadosas, van a ser consideradas’. Aquello realmente cambió mi punto de vista hasta el grado en que comencé a confiar en los demás. Sentía que ahora podía hablar con otras personas, que no me menospreciarían. Me di cuenta de que era posible que algunas me juzgaran mal, pero ahora me parecía que ése era su problema”.
Pero ¿qué pasos positivos dio este joven para vencer la timidez? “También aprendí que necesitaba empezar a mostrar amor de manera activa... a ser más comunicativo con otras personas”, explicó él. “Lo intenté primero con los jóvenes. Después comencé a visitar a otras personas en su hogar. Aprendí a ser sensible a sus necesidades, a pensar en términos de ayudarlas y de hacerlas sentir a gusto cuando estuvieran conmigo.”
Este joven llegó a darse cuenta de la veracidad del consejo de Jesús en Lucas 6:37, 38: “Dejen de juzgar, y de ninguna manera serán juzgados; y dejen de condenar, y de ninguna manera serán condenados. Sigan poniendo en libertad y se les pondrá en libertad. Practiquen el dar y se les dará. [...] Porque con la medida con que ustedes miden, se les medirá a ustedes en cambio”.
Cómo empezar
El aprender a ajustar tu modo de pensar es una cosa, pero otra muy diferente es usar lo que has aprendido cuando tratas con otras personas. Sin embargo, hay que dar el primer paso. Tienes que hacer un esfuerzo por comunicarte y compartir con los demás.
Aprende a ser sociable... a decir “hola” y comenzar una conversación. Esto puede ser tan sencillo como hacer un comentario sobre las condiciones del tiempo, una observación sobre lo que está ocurriendo alrededor, una pregunta o un elogio. Para mantener viva la conversación, ¡Muestra interés y escucha! Esto por lo general te da una idea de qué decir o preguntar después. No te desanimes si tienes dificultad en comenzar una o dos conversaciones. ¡Puede que la persona con quien estés hablando sea más tímida que tú!
Para vencer la timidez son importantes también tu porte y la manera como vistes. Esto tiene mucho que ver con la imagen que proyectas a otras personas y lo que piensas de ti mismo. Trata de tener la mejor apariencia posible, pero no vistas con exageración. Sólo viste confortablemente y asegúrate de que la ropa que te pongas esté limpia y planchada. El saber que te ves bien reducirá al mínimo el temor que puedas sentir en este respecto, y te permitirá concentrarte en la conversación.
El porte que tengas también puede contribuir a que tengas más confianza. Párate derecho... pero con naturalidad. Mantén una postura serena, no cruces los brazos ni las piernas, ni enlaces las manos. Muéstrate afable y sonríe. Mira amigablemente a la otra persona y asiente con la cabeza o acepta verbalmente lo que la otra persona dice.
Quizás tengas que esforzarte un poco para poner en práctica estas sugerencias, especialmente al principio. Habrá ocasiones en que te sentirás desanimado y querrás retraerte de nuevo. Pero recuerda: Solo tienes 50 por 100 de la responsabilidad. La otra mitad recae sobre la otra persona. Si te equivocas en algo que digas, no te sientas culpable. Si otras personas se ríen, aprende a reírte con ellas. El decir: “Eso no salió bien”, te ayudará a relajarte y seguir conversando. Y hay algunas cosas que te ayudarán a hacer frente a la tensión y la inquietud: La preparación y la práctica.
¿Sabías qué muchas personas famosas —líderes mundiales, celebridades en los deportes y los espectáculos— se consideran a sí mismas tímidas? ¿Cómo es que, entonces, pueden presentarse ante tantas personas y hablarles? Han aprendido a dominar su timidez... a relajarse y concentrarse en la tarea que las ocupa. Han practicado hasta que se sienten a gusto con lo que hacen, y saben que pueden hacerlo. Así, cada vez que sepas dónde vas a estar y a qué situación te encararás, ve lo mejor preparado posible. Practica de antemano lo que vas a decir. Imagínate toda la escena y haz un examen mental de lo que pudiera suceder. Los problemas relacionados con el habla también se pueden superar y minimizar con la práctica. Toma tiempo, tal como toma tiempo adquirir algún otro conjunto de nuevas habilidades. Pero a medida que veas los resultados positivos, te sentirás más animado a seguir adelante.
No debe pasarse por alto la ayuda que Dios puede dar. El joven que se mencionó al principio era nada menos que Saúl, el primer rey de la antigua nación de Israel (1 Samuel, capítulos 9 y 10). Era tímido, pero cuando llegó el tiempo de actuar, “el espíritu de Dios se hizo operativo sobre Saúl”, y él llevó a su pueblo a la victoria. (1 Samuel, capítulo 11.)
El pensar en ayudar a otras personas contribuye a que dejes de pensar en ti mismo. ¡Qué excelente es ayudar a que otras personas aprendan de Dios y su prometido nuevo sistema de cosas justo! Esto inspira confianza, puesto que predicas buenas noticias y representas a la máxima Autoridad del universo.
El amor a otras personas nos moverá a actuar. Y si estamos sirviendo a Dios fielmente, él nos bendecirá y nos ayudará a vencer la timidez por medio de su espíritu, al igual que ayudó al joven Saúl.
Ve el artículo “’Pero ¿qué digo?’ Perfeccionando el arte de conversar” en ¡Despertad! Del 8 de junio de 1982.
Aprende a ser sociable, sonríe, saluda a otras personas y entabla una conversación
Puedes vencer la timidez si:
? Quieres cambiar, y crees que es posible cambiar
? Reemplazas los pensamientos negativos con acción positiva
? Te fijas metas personales que sean realistas y significativas
? Sabes cómo relajarte y encararte a la inquietud
? Ensayas la situación de antemano
? Aumentas tu confianza debido a que progresivamente tienes experiencias de éxito
? Recuerdas que hay diferencias de opiniones y que otras personas también se equivocan
? Practicas para mejorar tus habilidades, y aprendes otras nuevas
? Te esfuerzas por mostrar amor y ayudar a otros
? Vistes apropiadamente y actúas con confianza
? Confías en la ayuda que Dios suministra
Cualquier observación o pregunta aqui estare
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