Ansiedad

La ansiedad, como el estrés, no es mala por sí misma, es decir, el cuerpo necesita tener un cierto nivel de activación para poder afrontar el día a día, y sin esa activación no podríamos siquiera levantarnos de la cama. Es más, incluso esa activación a veces necesita elevarse para prevenir posibles peligros, como cuando por ejemplo un perro intentar mordernos y le vemos venir, el cuerpo aumenta su nivel de ansiedad para inyectar en la sangre sustancias que permitan incrementar la velocidad, los reflejos, etc., que puedan permitirnos escapar o evitar ese peligro.
Ahora bien, cuando eso ocurre en circunstancias donde efectivamente no hay necesidad de sobrevivir, o cuando la situación concreta no necesita de un nivel elevado de ansiedad por encima de lo habitual (que es diferente en cada persona) es cuando ocurre el problema porque al tener mayor activación que no encuentra salida (no hace falta escapar o reaccionar de forma rápida, etc.) buscará otra salida para evitar que se sufra algún problema físico, es por eso que pueden ocurrir mareos, palpitaciones, elevación del ritmo cardíaco, respiración acelerada, mareo, etc.
Lo primero es intentar descartar cualquier causa orgánica, y una vez descartada esa posibilidad entonces ver si el problema es psicológico.
Comentas que sufres esa ansiedad desde hace cinco años, por lo que sería interesante que observases en un periodo anterior a esos cinco años si ha habido algún hecho concreto que te haya podido ocurrir y haya influido de forma tal que te obligue a sdentir así, bien sea algún hecho o situación conocida o ciertamente preocupante bien sea que lo hayas vivido o interpretado así aunque en realidad no lo sea tanto. Observa también cuándo estás "peor" ya que si te fijas bien verás cómo te ocurre siempre en situaciones parecidas, que sería conveniente identificases, es decir, en qué situaciones, ante qué personas suele ocurrir el problema y que siempre, aunque no te des cuenta de ello, aparece ante esa situación algún pensamiento que hace que se disparen esos síntomas o sensaciones que refieres.
Luego las sensaciones hacen, a su vez, que se disparen otros pensamientos los cuales provocan mayor aumento de las sensaciones y se entra así en un círculo vicioso que es difícil romper por sí solo.
En el caso concreto que planteas parece deducirse que has seguido tratamientos exclusivamente farmacológicos.
La relajación ayuda mucho, el análisis de esos pensamientos, etc., pero casi siempre es mucho mejor que otra persona pueda ayudarte en ello, cualificada por supuesto.
Así, si ves que el problema sigue no dudes en acudir a un psicólogo profesional que de forma presencial y directa pueda ayudar a evaluar adecuadamente de dónde viene el problema cómo se mantiene en la actualidad y la mejor forma de tratarlo para poder eliminarlo y recuperar la vida que necesitas y sin duda mereces.
Es conveniente que se analice la situación, el por qué te afecta tanto en determinadas circunstancias y en otras no, que se conozcan tus expectativas, miedos y preocupaciones, etc., y para ello lo mejor es acudir a un profesional. Ten en cuenta que el mal trago que estás pasando constantemente no compensa el bienestar que se puede lograr de esta manera.