Anónimo
Discusiones con mis padres,infidelidades y comparaciones crean un problema psicológico de autoestima
Creo que tengo un problema de autoestima. A raíz de tantos problemas con mis padres, de tantas discusiones.a raíz de la infidelidad de mi novio.me siento "poca cosa", especialmente por la segunda. Yo perdoné a mi novio y lamentablemente, por causa de la anorexia de la otra chica, yo decidí tratar de ayudarla del mismo modo que mi novio lo hacia. Pero hoy, aunque ellos ya no se hablan, me siento lastimada y me arrepiento de haber cruzado palabra con ella: me comparo mucho con ella, en cuanto al físico, en cuanto su personalidad, y a la importancia que mi novio le presto cuando estuvo enferma, importancia que él me brindó cuando supo que iba a perderme. Pero cuando intento hablar con mi novio de lo que estoy sintiendo, él calla y me dice que no diga bobadas.
No puedo evitar sentirme inferior a ella en todos los aspectos. Últimamente me comparo demasiado con ella.ya quiero parar esto y no sé qué hacer.
No puedo evitar sentirme inferior a ella en todos los aspectos. Últimamente me comparo demasiado con ella.ya quiero parar esto y no sé qué hacer.
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Respuesta de Josep Maria Moreno Alavedra
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Has de convencerte de que cualquier ejercicio de comparación es irreal. Te entregas a una fantasía que no conduce a nada y mucho menos a la verdad. La verdad es que somos incomparables, inconmensurables. Cada uno de nosotros es una flor única que florece una vez en la vida y que nunca jamás se repetirá. Por eso cada ser vivo presenta un valor que no se puede medir.
En otro orden de cosas para comparar se habría de comparar la obra entera, no una parte. Cuando tú comparas dos películas, lo haces después de haberlas visto en su totalidad, no empiezas a comparar su valor en el primer minuto de la proyección, ¿verdad? Lo mismo ocurre con dos vidas humanas. Aparte de que te dije que son incomparables, si aún insistiéramos en comparar habríamos de esperar a que pase la vida entera y juzgar teniendo enfrente las dos vidas, entonces quizás podríamos aventurar alguna idea del valor de cada una de las personas que las vivió. Ahora no tienes perspectiva para hacerlo, que hoy le vaya a alguien mejor que tú (o eso crees) no impide que mañana sea lo contrario.
Eres única, quien te quiera habrá de reconocer lo que de única hay en ti y honrarlo. Otra cosa es que con lo que realmente te comparas no es con ella (la persona) sino con alguna idea o valor que tú crees que ella tiene. Entonces analízalo y si encuentras qué idea o valor es el que presupones que ella tiene, analízalo si es un verdadero valor (por ej. ella es honesta) o un falso valor (por ej. ella es más guapa). En este caso ya dejas de mirar afuera y empiezas un camino más prometedor, autoexaminar los valores e ideas que rigen tu vida y ponerlos a caldo, es decir verificar su realidad o su falta de realidad. Si el valor es verdadero, se trata de que t esfuerces en ponerte a la altura de TUS propios valores (ahora ya sabes que son tuyos aunque los veas en ella) y entonces verás como dejas de compararte con los demás.
Saludos cordiales
Josep M.
www.jmmorenoalavedra.com
En otro orden de cosas para comparar se habría de comparar la obra entera, no una parte. Cuando tú comparas dos películas, lo haces después de haberlas visto en su totalidad, no empiezas a comparar su valor en el primer minuto de la proyección, ¿verdad? Lo mismo ocurre con dos vidas humanas. Aparte de que te dije que son incomparables, si aún insistiéramos en comparar habríamos de esperar a que pase la vida entera y juzgar teniendo enfrente las dos vidas, entonces quizás podríamos aventurar alguna idea del valor de cada una de las personas que las vivió. Ahora no tienes perspectiva para hacerlo, que hoy le vaya a alguien mejor que tú (o eso crees) no impide que mañana sea lo contrario.
Eres única, quien te quiera habrá de reconocer lo que de única hay en ti y honrarlo. Otra cosa es que con lo que realmente te comparas no es con ella (la persona) sino con alguna idea o valor que tú crees que ella tiene. Entonces analízalo y si encuentras qué idea o valor es el que presupones que ella tiene, analízalo si es un verdadero valor (por ej. ella es honesta) o un falso valor (por ej. ella es más guapa). En este caso ya dejas de mirar afuera y empiezas un camino más prometedor, autoexaminar los valores e ideas que rigen tu vida y ponerlos a caldo, es decir verificar su realidad o su falta de realidad. Si el valor es verdadero, se trata de que t esfuerces en ponerte a la altura de TUS propios valores (ahora ya sabes que son tuyos aunque los veas en ella) y entonces verás como dejas de compararte con los demás.
Saludos cordiales
Josep M.
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