Embargo de seguridad social de mi casa.
Tengo una deuda de 10.000€ con la seguridad social de hace dos años que fui autónoma. Me acaba de notificar el embargo de la mira de mi casa ya que es de mi marido y mía, mis solicitan las escrituras
Quiero saber si pueden subastar mi casa por esa cantidad. Aún tengo hipoteca la cual hace un año tuve que negociar con el banco para no perder mi casa
Yo estoy en paro y el único que trabaja es mi marido
¿Qué puedo hacer?
1 respuesta
¡Gracias! Es en gananciales.
La Administración es muy dura de pelar en relación a las deudas gananciales, y tiene sus propias y lapidarias normas. Si se tratase de un acreedor privado, convencional, no podría ejecutar la deuda sobre los bienes gananciales (aunque sí pedir la disolución del régimen para individualizar la parte del deudor); pero la Seguridad Social exige la oposición jurídica, formal, documentada y solemne de su marido al desempeño autónomo que generó la deuda. Puede que su gestor no le advirtiese de ello, y que su esposo no lo perciba porque (todavía) no le han embargado la nómina, pero lo cierto es que van a ejecutar sobre esa propiedad ganancial y la sacarán implacablemente a subasta, hasta cobrarse el último céntimo que se debe. Si se debe hipoteca, esperarán todos los años que sean necesarios hasta que esté cancelada, y renovarán el embargo cada cuatro años con su mera autoridad. Hay procedimientos reglados que le pueden salvar de esta, o al menos controlar lo que se le avecina, por lo que se le sugiere que se sirva de auxilio letrado de competencia probada.
Pero podría solicitar fraccionar el pago?? Yo no me niego a pagar con lo que el gana la hipoteca lis 2 niños y demás deudas que poco a poco vamos liquidando no podemos más.
Y además yo no consigo trabajo.
Podria existir esa posibilidad?? Y cuánto tardan en sacarla a subasta ???
Sandra: puede usted fraccionar el pago y hasta ofrecer una segunda hipoteca a la Seguridad Social, la cual amortizará poco a poco. Pero está usted económicamente exhausta y no tiene expectativas de cumplimiento racional de esas obligaciones. Ha de plantearse otras salidas. Puede que la subasta tarde mucho tiempo, años, y que incluso quede desierta. Pero su solución es otra: quizás declarar el concurso, puede que otra cosa, pero no sacará sangre de una piedra. Necesita ayuda profesional, de alguien que ponga todas las posibilidades encima de la mesa y que le hable claro (y que sepa de qué habla). Todos nos hemos encontrado en momentos difíciles. Lo importante es darse cuenta de ello, y no tramitarlos como si fuesen una gripe que pasará en una semana en cama.
