Platón aquí nos habla del alma. El texto hace referencia al "mito del carro alado" que sirve para escenificar las tres fuerzas que rigen el alma mediante lo cual representa mediante los dos caballos y el auriga que son, las tres partes del alma o tres almas (irascible, concupiscible y racional) que en el cuerpo humano se localizan en pecho, vientre y mente respectivamente.
Recordar que cada una de estas almas constituye un camino hacia los distintos niveles del conocimiento, que según Platón se ordenan por una jerarquía donde el conocimiento más elevado es el bien, debajo de él, está la justicia, etc.
Deja patente la imperfección del ser humano en relación a la perfección de Dios, al mencionar el hecho obvio de que toda observación se hace desde la perspectiva humana y no divina, por lo que deberá comprenderse que carece de la grandeza y totalidad que tendría caso de ser hecha desde la perspectiva de los Dioses. Del mismo modo, revela que estas tres partes del alma, en los Dioses son perfectamente armónicas.
Este mito en particular constituye parte esencial del pensamiento de Platón por cuanto una vez que llegó a esta conclusión acerca de la naturaleza del hombre, su objetivo será aplicar tal conocimiento a su filosofía política, con el fin de lograr las mejores condiciones de vida para el hombre en la tierra de acuerdo a su naturaleza, que será su mayor objetivo durante toda su vida.
Para relacionar el pensamiento de Platón acerca del alma con otro autor, no encuentro mejor ejemplo que Descartes, quien vio también muy claramente que en el ser humano existen dos sustancias de distinta naturaleza como son la res extensa o material y la res cogitans o racional y que solo la primera permitía ser estudiada mediante la ciencia, mientras que la segunda no podía ser estudiada por ese campo al ser de naturaleza metafísica.
La psicología es tan antigua como la filosofía ya que en ese tiempo, la psicología, que en griego se forma de psiche que significa alma y de logos que significa conocimiento, consistía literalmente en el estudio del alma.
En el siglo XVII, el aspecto metafísico del alma se ve contravenido por el pensamiento empirista, que sostiene que el alma, como sustancia no sensible, no puede existir, porque solo de aquello que tiene sustancia se puede decir que existe. Así pues, las funciones que Platón localizaba en el alma, pasaron a ser funciones del cerebro en el empirismo de Hume y Locke. No será hasta bien entrado el siglo XIX, en 1879, que la psicología nacerá como ciencia cuando Wundt, crea el primer laboratorio de psicología, sobre la base de que la conducta humana, es una función del cerebro y como tal puede ser estudiada y tratada de modo científico.