Lilith, eso es un adjetivo calificativo que usan hombres y mujeres para referirse alguien sin escrúpulos, sin vergüenza, traidora, sin valores, sin respeto, sin pudor, etc. Es un insulto. Hay personas que en las relaciones de pareja se portan como perros, esos animales son asquerosos en muchos sentidos, y muchos les gustan las cosas que hacen.
Sin embargo, en sentido espiritual hay una lección relacionada con los perros, en Apocalipsis 22:15 . . ."Afuera están los perros, (es decir, los que acostumbran hacer cosas que Dios considera repugnantes) los que practican el espiritismo, los que son sexualmente inmorales, los asesinos, los idólatras y todos los que aman la mentira y tienen la costumbre de mentir".
El sucio hábito que tiene el perro de volver a comer el alimento que ha vomitado sirve para ilustrar el proceder de aquellos que abandonan el camino de la justicia y vuelven a su condición anterior de corrupción. (2 Pedro 2:20-22; Proverbios 26:11.) A las personas inmundas moralmente se las llama perros. La ley que Dios dio a Israel decía: “No debes introducir el alquiler de una ramera ni el precio de un perro (“prostituto”, “sodomita”, “probablemente un pederasta; alguien que practica la cópula anal, especialmente con un muchacho”) en la casa de Jehová tu Dios por voto alguno, porque son cosa detestable a Jehová tu Dios, aun ambas cosas”. (Deuteronomio 23:18.) Se prohíbe la entrada en la Nueva Jerusalén a todos aquellos que, como los perros callejeros que se alimentan de despojos, practican cosas repugnantes, como la sodomía, el lesbianismo, la depravación y la crueldad.
Ya tienes una idea de la clase de persona que es ese amigo y la razón por la que ella no lo quiere.