Mi nombre es Paco necesito un consejo
Estando buscando en internet respuestas sobre temas personales encontré esta pagina y me gustaría pedir ayuda o un consejo.
Hace un par de días cometí un "error" en mi vida uno de tantos que he cometido... Actual mente presento problemas de alcoholismo tengo 25 años y hace unos días DISCUTI con mi padre, nunca he tenido una charla con un psicólogo oh algo por el estilo.
Me siento apenado por las cosas que dije a mi padre sobre la discusión y hasta ahora NO ME HABLA, no me escribe y supongo que es por lo molesto que esta conmigo.
Yo con mi padre siempre he tenido una buena comunicación como amigos pero en esta ocasión yo lo ofendí, el tema de la discusión son los problemas que tiene con mi MADRE y mi familia mis padres ya tienen mas de 10 años separados y no se hablan... Argumente y le dije que era un cobarde y tantas groserías que tenia dentro pero nunca se las decía por que lo amo y lo respeto... El punto es que yo estaba ebrio y casi lo rete a golpes diciéndole todo lo malo que era con nosotros.
Y fin me siento mal y angustiado porque siempre estábamos juntos y pasábamos tiempo y ahora no me quiere hablar porfavor un consejo necesito de ustedes
4 respuestas
En lugar de pedirle perdón, pídele ayuda. Dile el problema que tienes de adicción y dile que te ayude.
Si las cosas han llegado a este punto, harás bien en ver todo lo que llevó a esto, para mejorarlo.
De lo que le has dicho a tu padre, es posible que, aún viendo tu padre el estado en el que estabas, pueda hacerle reflexionar.
Sin duda que podrás volver a llevarte bien con tu padre, e incluso tener una relación más constructiva, esforzándote más en amar de verdad, en hacer el bien de verdad. Todo se nota, así es que tu padre sabe que lo quieres, igual que él te quiere a ti, pero lo que te recomiendo es aumentar la calidad de este amor, para lo que te recomiendo tener una vida con sentido, no viviendo hacia uno mismo, sino que encaminada hacia hacer el bien de verdad (esto también te ayudará con el alcohol, ya que te decantarás por el bien, y no por lo meramente apetecible; e igualmente podrás afrontar mejor cualquier dificultad que te surja, viéndolo todo desde Dios y para Dios, y pensando en el bien de verdad de todos los implicados; lo cual también evitará que pudieras querer refugiarte en el alcohol, si esto te pudiera influir, etc.).
De todo lo que le dijiste sin orden ni concierto, y con malos modos, puedes pedirle a tu padre sinceramente disculpas, no negando todo el contenido de lo que dijiste, aunque pudiendo matizarlo, si hay ocasión; si hay ocasión puedes decirle algo que realmente le sirva, ya sea al respecto del enfoque de su vida, como en la relación con tu madre, y quizá su esposa hasta que la muerte los separe.
Lo que te recomiendo es acudir a una Iglesia, y reforzarte con los Sacramentos, como la Confesión Sacramental, etc., y con la oración, pidiéndole a Dios luz y fuerza para amar de verdad.
Responda como te responda tu padre, ten presente el objetivo de buscar su bien de verdad por encima de intereses vanos o desordenados, lo cual sin duda que será muy bueno para ti también; y esto sin cansarte, y pase lo que pase, conducta correcta y recta intención siempre; y si en un momento vuelves a perder los nervios, no lo des todo por perdido, sino que te frenas en el mismo momento en que te des cuenta (pudiendo servirte esto para ser humilde, y pedir más gracia al Señor, ya que sin la gracia se puede muy poco, y menos en situaciones difíciles).
I. Hola amigo Paco. Esa situación ha sido producto de tus sentimientos reprimidos que bajo el efecto del alcohol salieron a la luz. Tal como te han dicho los colegas aquí, debes buscar ayuda y dar los pasos para hablar con tu padre. Por otro lado, encontré un artículo que me pareció muy interesante. Aunque explica la situación como si el problema es con los dos, aun así creo que puedes sacarle provecho. Ahí te lo copio casi completo. Luego que lo leas me gustaría saber tus opiniones sobre el mismo y te invito a escribirme a mi correo personal para más ayuda si no es molestia para ti, mi correo es [email protected]
Si no te llevas bien con tus padres, tal vez pienses que son ellos quienes deberían hacer algo para mejorar la situación. Sin embargo, fíjate en los siguientes pasos que tú puedes dar para que las discusiones con tus padres no sean tan frecuentes ni tan graves. Piensa en lo siguiente.
Por qué comienzan los problemas
Estás creciendo. Ahora, te interesas más en conocer el porqué de las cosas. Empiezas a formarte tus propias ideas, y algunas de las opiniones de tus padres pueden parecerte extrañas. No obstante, la Biblia aconseja: “Respeta a tu padre y a tu madre” (Éxodo 20:12, La Biblia Latinoamérica, 2011).
La realidad: Necesitas madurar y ganar experiencia para saber explicar tus ideas sin ser grosero.
Independencia. A medida que creces, tus padres tal vez te den mayor libertad. Sin embargo, pudiera parecerte que no es ni tanta como quieres ni llega tan rápido como esperas. Esta situación puede provocar diferencias. Aun así, la Biblia dice: “Sean obedientes a sus padres” (Efesios 6:1).
La realidad. Si usas bien la libertad que ya tienes, tus padres te darán más.
Lo que puedes hacer
Haz tu parte. En lugar de culpar a tus padres por lo que pasa, medita en lo que tú puedes hacer para conservar la paz. Un joven llamado Jeffrey reconoce: “Lo que causa un problema no siempre es lo que dicen tus padres, sino tu forma de responder. Hablar con tranquilidad ayuda mucho más a suavizar las cosas”.
La Biblia dice: “En cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos” (Romanos 12:18).
Escucha. Samantha, de 17 años, admite: “Para mí esto es lo más difícil. Pero he notado que cuando escucho a mis padres, tengo más posibilidades de que ellos me escuchen a mí”.
La Biblia dice: “Debemos estar dispuestos a escuchar y ser lentos para hablar” (Santiago 1:19, El libro del Pueblo de Dios).
Una discusión es como un fuego: si no lo controlas, puede hacer mucho daño
Eres parte de un equipo. Imagina que una discusión es un partido de tenis. Al otro lado de la red debes poner el problema, no a tus padres. Un joven llamado Adam reconoce: “Cuando hay una discusión, los padres piensan en lo que es mejor para el hijo, y el hijo piensa en lo que es mejor para él. Así que, aparentemente todos quieren lo mismo”.
La Biblia dice: “Busquemos la paz” (Romanos 14:19, La Santa Biblia, de Evaristo Martín Nieto).
Sé comprensivo. Una adolescente llamada Sarah comenta: “Me ayuda mucho recordar que los padres luchan sus propias batallas, que a menudo son tan difíciles como las nuestras”. Carla, otra joven, dice: “Trato de ponerme en el lugar de mis padres. ¿Cómo me sentiría yo si tuviera que criar a un hijo en estas circunstancias? ¿Qué sería lo mejor para él?”.
La Biblia dice: “Que nadie busque su propio bien, sino el bien de los otros” (Filipenses 2:4, Dios habla hoy, 2002).
Sé obediente. Esto es lo que la Biblia te pide (Colosenses 3:20). Las cosas irán mucho mejor si obedeces. Karen dice: “Mi vida es menos estresante cuando hago lo que mis padres me piden. Ellos han hecho grandes sacrificios por mí, así que obedecerles es lo menos que puedo hacer”. Sin duda, la obediencia te ahorrará muchas discusiones.
La Biblia dice: “Donde no hay leña, se apaga el fuego” (Proverbios 26:20).
Sugerencia. Si se te hace difícil expresar lo que piensas, trata de escribirlo en una nota o un mensaje de texto. Una adolescente llamada Alyssa dice: “Hago esto cuando no estoy de humor para hablar. Me ayuda a decir lo que quiero sin gritar o decir algo de lo que me pueda arrepentir después”.
I. Hola amigo Paco, muy agradecido de tu aprecio y valoración por el aporte. Me alegra que haya sido útil y espero las cosas mejoren con tus sentimientos. No olvides escribirme, tengo interés en saber la evolución de la situación y seguir aportando en lo que esté a mi alcance. Da saludos a los tuyos en casa.
¡Gracias!
I. ¡Hola amigo Paco! ¿Qué tal estás? Hace mucho no se de ti. Ponme al día contigo, es decir, sobre la situación que describiste antes. Recuerda unas palabras que me gustan mucho. Están registradas en Proverbios 17:17 . . ."El verdadero amigo ama en todo momento y es un hermano en tiempos de angustia".
Es cierto que estamos lejos y no nos conocemos en persona pero podemos compartir sugerencias prácticas para vencer los problemas. No estás solo, te invito a escribirme a mi correo personal para más ayuda si no es molestia para ti, mi correo es [email protected]
Solo aportaría que debes buscar ayuda profesional para tu adicción porque de nada sirve que te comprometas a no volver a agredir a nadie si en estado de alicoramiento pierdes los estribos: Un vecino en estado de alicoramiento me agrede verbalmente, me amenaza de muerte y sale a buscar unos sicarios del barrio para que me maten. De inmediato fui a poner el denuncio en fiscalía. COmo es costumbre vino la conciliación y allí me pidió excusas, perdón y la promesa de que no volvería a hacerlo porque él se vuelve agresivo cuando se pasa de copas. Yo le decía al fiscal "con este señor yo no tengo ningún problema ya que el tipo que me agredió verbalmente, me amenazo de muerte y salió a contratar los sicarios del barrio no está en esta audiencia". El funcionario insistía en que el personaje que estaba a mi lado era contra quien yo puse la denuncia. Vivía decir: "con este señor yo no tengo ningún problema ya que el tipo que me agredió verbalmente, me amenazo de muerte y salió a contratar los sicarios del barrio no está en esta audiencia" y el personaje insistía que sí era él quien me amenazo y yo le respondía "con usted señor yo no tengo ningún problema ya que el tipo que me agredió verbalmente, me amenazo de muerte y salió a contratar los sicarios del barrio no está en esta audiencia" pues usted es una persona educada, bien presentada y con estudios o sea que usted no es "el tipo que me agredió verbalmente, me amenazo de muerte y salió a contratar los sicarios del barrio".
El funcionario insistía que en esa audiencia se tenía que definir si había conciliación o no para que así constara en el acta de reunión y yo le respondía: Por favor entienda que "con este señor yo no tengo ningún problema ya que el tipo que me agredió verbalmente, me amenazo de muerte y salió a contratar los sicarios del barrio no es este señor porque a este señor yo no lo conozco. Yo solo puedo conciliar con "el señor que me agredió verbalmente, me amenazo de muerte y salió a contratar los sicarios del barrio, pero ese señor no vino a esta audiencia"
Al salir de la audiencia se ofrece a llevarme hasta la casa en su coche y yo acepté. Conversamos todo el camino y le dejé claro que jamás le quitaría el denuncio porque nadie me garantizaba que cuando se volviera a pasar de copas cumpliera su amenaza de matarme. Aunque me juró por el cielo y la tierra que eso no sucedería jamás. Ya han pasado varios años y el señor permanece sobrio porque asiste a un grupo de A.A. por lo que me ha preguntado si le retiro la denuncia y mi respuesta es jamás porque yo no sé en que momento reincidas en la bebida.