Necesito ayuda para que mi novia no me abandone al irse a estudiar fuera y conocer otros hombres

Hola, gracias por estar aquí y ayudarnos con nuestros problemas. Quería discutir mi situación contigo ya que me parece que eres una persona muy sabia. Bueno, Tengo 20 años y mi pareja 18 (ambos recién cumplidos). El 12 de marzo de 2003 cumplimos 5 años de relación, cinco años que no han sido los mejores pues yo le fui infiel, claro que me arrepentí y he cambiado para bien, pero en su corazón no soy de fiar o más bien no confía de la misma manera que antes lo hacía. A ella le consta que he cambiado y todo..
Mi problema es que ella termina su escuela superior (secundaria) en este año y se irá a una universidad a tres horas de distancia de nuestro pueblo y eso me causa una duda increíble, ¿realmente seguiremos siendo pareja, nuestros deseo de casarnos se realizará?. Además, hace algunos meses sentí que era diferente conmigo, ya que la conozco muy bien, y le pregunté qué pasaba, luego de suplicar me confieza que se sentía atraída por alguien más, eso me dolió como una puñalada en el corazón, pero que no debía preocuparme pues ella me ama...
Oka, desconfío en cierta manera de ella, no es que piense que ella es una cualquiera pero sé que a ella le encanta que la mimen y si este personaje lo hace yo estoy frito. Yo intento ser el mejor de todos lo hombres, pero a ella le encanta ser bella, su pasión es ser la más bella y que todos la encuentren bella, ella lo es pero me asusta que a ella le guste eso. Eso es más o menos lo que mi corazón siente en estos momentos.. Cuando puedas me contestas. Gracias.
att - l.castañeda (xorx)

1 respuesta

Respuesta
1
Sabes cuando tu le has sido infiel a tu pareja, siempre queda una secuela de culpa en la mente y esta muchas veces se transforma en inseguridad al pensar que tu pareja te podrá hacer lo mismo.
Yo creoq ue las condiciones de pareja que se están dando son normales y lo malo es que dificultan tu relación con ella, Sabes la vida es cruda y cuando más deseas algo más te cueta tenerlo.
Por lo general, dos personas deciden pasar juntas el resto de sus vidas porque están enamoradas. Les resulta penoso estar separadas y, cuando lo están, piensan en la otra persona la mayor parte del tiempo. El corazón empieza a latirles más fuerte cuando se acerca el momento del encuentro. No soportan la idea de vivir sin el otro.
Este es el amor romántico. Esta clase de amor puede ser maravilloso pero, en realidad, tiene una vida limitada: los psicólogos opinan que, en general, durará unos tres años. ¿Pero qué hacemos cuando expiran nuestros tres años? ¿Dejamos todo para comenzar de nuevo con otra persona?
Conozco a muchos que lo hacen así. No pueden vivir sin la excitación que produce estar enamorados; creen que no tiene sentido el estar casados si no están realmente "enamorados". De esta forma pasan de una relación a otra buscando el amor perfecto y eterno. Pero en el momento en que creen haber encontrado a la persona adecuada, descubren que "su amor perfecto" se limpia los dientes con las uñas y el encanto empieza a desvanecerse una vez más.
Aquellos que adoptan la estrategia de pasar de una relación a otra corren el riesgo de terminar siendo personas amargadas y descreídas. Buscan lo que probablemente no existe, al tiempo que renuncian a algo que la mayoría considera de suma importancia: un cierto sentido de continuidad.
Esteban, que afirma ser un "adicto al amor", experimentó esa falta de continuidad a medida que su vida es menos activa: "Tengo sesenta y un años y éste es mi cuarto matrimonio. Entre uno y otro matrimonio he vivido con otras cinco mujeres en períodos cuya duración varía de unos pocos meses a algunos años. Realmente me asusta pensar que voy a morir solo. Los recuerdos que me quedan son, en su mayoría, penosos. Hubo muchos buenos momentos, en los que creía estar disfrutando plenamente de la vida; sin embargo, no parecen haberme dejado demasiada huella. Tengo siete hijos de tres de estos matrimonios y cuatro de ellos se niegan a dirigirme la palabra. Los otros tres son amables cuando los llamo o visito, pero resulta obvio que no sentirían que mañana muriera. La Navidad ha llegado a ser una época terrible para mí. Hace ocho años que no paso la Navidad con ningún familiar a excepción de mi mujer. Y no creo que Sara permanezca a mi lado mucho tiempo. Nos parecemos mucho, pero estoy seguro de que se enamorará de otro en cualquier momento, puesto que tiene más tiempo libre que yo. No sé qué haré entonces."
Los psicólogos utilizan la expresión "amor de convivencia" para describir el elemento de unión en las relaciones duraderas. Se trata del sentimiento de agrado y respeto mutuo de quienes han vivido juntos por cierto tiempo y, por tal motivo, este sentimiento crecerá a medida que sus vidas vayan entrelazándose.
El amor de convivencia resulta más valioso que el amor romántico en el curso de una vida.
Para permitir que el amor romántico se transforme en amor de convivencia, es necesario aprender a vivir con personas imperfectas. No existe otra alternativa. Es cierto que podemos encontrar a alguien más adecuado con quien vivir que nuestro cónyuge actual, pero esa persona tampoco será perfecta. De modo que, si abandonamos una relación por otra, nos estamos arriesgando. En ocasiones, el riesgo vale la pena: hay relaciones condenadas para siempre al infortunio. Pero, posiblemente, con un poco de comprensión, ayuda, y estímulo, la persona con quien vivimos pueda cambiar lo suficiente como para permitir que aflore ese amor de convivencia.
Todos desearíamos encontrar a alguien que pudiera satisfacer todas nuestras necesidades, pero las cosas no son así. Si queremos una relación duradera, tenemos que aprender a vivir con personas que pueden llegar a ser inconscientes, egoístas y mezquinas. Con frecuencia, pueden hacer cosas que nos parezcan tontas e incluso autodestructivas; en ocasiones, podemos creer que están tratando de ahuyentarnos. Sean cuales sean sus fallas, debemos no obstante comprender y vivir con ellas de la mejor forma posible.
El mundo es un sitio que puede llegar a asustarnos. Todos debemos afrontar inseguridades y dudas; ¿Somos competentes? ¿Somos dignos de ser amados? ¿Les importamos realmente a los demás? ¿Sabemos ocuparnos de nosotros mismos? ¿Aprovechamos la vida tanto como podemos?
Una de las satisfacciones más grandes de una relación duradera es que puede aportar respuestas alentadoras a estas preguntas. Las parejas que recuerdan su vida en común con satisfacción y alegría están compuestas por hombres y mujeres que han afrontado juntos estos interrogantes. Si ante la primera dificultad nos damos por vencidos en una relación, corremos el riesgo de no poder contribuir a que otra persona encuentre esas respuestas. Y si dejamos pasar la ocasión de ayudar a otro a crecer y a realizarse, quizás estemos dando muestras del tipo de respuestas que hemos encontrado para nosotros mismos.
Luois H. Janda
La palabra convivir significa: vivir en compañía de otro o de otros.
Cuando dos personas deciden convivir, pocas veces se detienen a observar los defectos, las imperfecciones que hay en el otro. El enamorarse en un comienzo tiene mucho de pasión y fantasía y nos hace ver todo de una manera bellísima, y atractiva. Hasta aquello que nos molesta de otras personas llega a ser espectacular si lo posee ese ser que amamos.
Pero luego, al pasar los años esa pasión ya no es la misma y en algunos casos el amor tampoco.
Entonces ¿Amamos con los ojos abiertos?... Creo que no...
Con el tiempo dejamos de alimentar esa pasión y esa fantasía se pierde, se esfuma y ahí nos encontramos cara a cara y si el amor no se potencializa llegamos a ver en el otro muchas veces a un rival o a un ser que no coincide con el modelo que nosotros habíamos soñado que nos acompañaría hasta el final de nuestra vida.
Jorge Bucay nos dice:
"Estar en pareja ayuda a nuestro crecimiento personal. La relación suma, por eso vale la pena.
Vale... la PENA (es decir, vale penar por ella). Vale el sufrimiento que genera. Vale el dolor con el que tendremos que enfrentarnos, y es valioso porque cuando lo atravesamos, ya no somos los mismos, hemos crecido, somos más conscientes, somos más plenos".
No debemos pensar que nos casamos con la persona inadecuada, tenemos que detenernos en nosotros y analizar nuestras ideas sobre el matrimonio y sobre las relaciones de pareja.
"Vamos a intentar ver los conflictos no sólo como un camino para superar mis barreras y poder acercarme así al otro, sino también como un camino para encontrarme con mi compañero.Y por supuesto, a partir de lo dicho, como un camino para producir el transformador encuentro conmigo mismo" . (Jorge Bucay)
Piénsalo
Piensas que estoy afligido por mis errores, ¿y qué la situación que estamos pasando me hace sentir inseguro?
Vamos tu puedes decirme más de lo que has concluido de todo lo que te he dicho.
Sacale provecho a todo esto ya que tu lo has dicho, ¿tu osea? Es correcto.

Añade tu respuesta

Haz clic para o

Más respuestas relacionadas