¿Reencuentro deseado o no?

Utiliza los siguientes pasos y luego decide:
En la mayoría de las dificultades de nuestra vida estarán presentes otras personas, por lo que se hace imprescindible mostrar una capacidad de diálogo y comunicación adecuada, de manera que podamos encontrar una solución al conflicto.
1. Expresar el problema. El objetivo es definir e identificar las situaciones problemáticas presentes. No podemos olvidar el punto de vista del otro. La persona o personas implicadas en el conflicto deben tener la opción de expresar su opinión con respecto a éste. El conocer la opinión del otro, sirve para establecer los verdaderos límites del problema. Hay que admitir que existe un conflicto, y bajo este modo de entender el problema, será más fácil llegar a un acuerdo. El objetivo de la conversación no es ofender ni criticar al otro o querer mandar sobre él. Para definir el problema hay que contestar las siguientes preguntas: ¿Quién está implicado? ¿Qué ocurre o deja de ocurrir? ¿Qué le molesta? ¿Cuándo ocurre? ¿Por qué ocurre? ¿Cómo ocurre?. Hay que describir el problema de una manera correcta y completa, poniendo ejemplos de las situaciones reales que nos preocupan y no buscar explicaciones filosóficas de lo que nos sucede.
2. Indicar sus alternativas. Conseguir posibles soluciones. Muchas de las soluciones no será del gusto de todos, pero estamos ante un conflicto que hay que resolver, y, de nada sirve armar un lío o descargar nuestra ira sobre el otro. El conflicto nos afecta, y debemos dirigir toda nuestra energía a buscar una solución.
3. Elegir entre alternativas. Luego de pasar por los puntos 1 y 2 llega el momento de elegir aquella alternativa que mejor se adapte a nuestras necesidades. Para ello es posible que tenga que poner de su parte, incluso renunciar a algún privilegio. Recuerde que lo importante es solucionar el conflicto y hacerlo de una manera madura e inteligente. Es importante recordar que las soluciones que mejoran las relaciones con los demás son más duraderas que las que sólo le benefician a usted.
4. Llevarla a la práctica. La solución no debe quedar en un simple proyecto. Es necesario ponerla en práctica y comprobar que podemos actuar sobre nuestra vida para dirigirla y controlarla. Las personas que se sienten desplazadas no colaboran en llevar a cabo la idea.
5. Evaluar los resultados. Hay que evaluar los resultados después de cierto tiempo que se ha puesto como límite. Si no hubo el resultado esperado se vuelve a comenzar por el número 1.
En la vida cotidiana existen muchos sucesos, acontecimientos y situaciones que se nos hacen inalcanzables. Por eso cuando planificamos debemos tomar en cuenta lo siguiente:
. Debe existir una meta general, subdividida en otras pequeñas, fáciles de alcanzar en plazos realistas y concretos.
. El hecho de tener pequeñas metas nos permitirá disfrutar del éxito a corto plazo, y, por lo tanto, reasegurarnos en la idea de que vamos por el buen camino y que poco a poco nos acercamos a lo que deseamos.
Resumiendo:
Para conseguir superar una situación que le preocupe, interfiera en su vida o le cause malestar:
1. Identifique el problema. Defínalo de forma clara y precisa.
2. Identificar pequeñas metas que le permitan superar su problema. Imagínese cual es la meta principal, (Ej. Superar la timidez), luego plantéese las metas pequeñas que va a realizar. (Ej. Hablar con los vecinos, salir de compras, etc.)
3. Ordenar las submetas según su grado de dificultad. Comience haciendo lo que le parezca más fácil.
4. Actuar. Hágalo en orden. Tome la primera submeta y decídase a lograrla. Busque apoyo en otras personas que realmente le puedan ayudar y le den la confianza que usted necesita para si mismo.
5. Realice Relajaciones y repítase órdenes autoafirmativas positivas.
6. Prémiese por todo el esfuerzo que está realizando. Busque recompensas a sus actuaciones que lo motiven a seguir adelante y a conseguir lo que se merece.
7. Tenga paciencia y sea perseverante. No se desanime. Luche por lo que quiere lograr. Usted vale mucho. Reafirme su valor.