El pecho, a diferencia del biberón, para el bebe no solamente es comida sino también el fuente de la calma ya que está en un contacto muy intimo con su mama y se siente protegido.
Si es que tu bebe no acepta tu pecho, si lo rechaza y se pone nervioso, puede ser por los siguientes motivos (uno de ellos o ambos) – que tienes poca leche y él tiene hambre y por ello se pone nervioso porque la comida “no sale” o que no le gusta el sabor de tu leche.
En cuanto al sabor, en la lactancia es muy importante vigilar lo que comes, y no me refiero a la calidad de la comida, que evites tomar las bebidas como la cocacola, el café, etc (que, por supuesto, también son cosas importantes) sino que tengas cuidado con tales elementos como ajos, cebollas, elementos picantes y de fuerte sabor que pueden hacer que tu leche no tenga un sabor agradable para el bebe.
Si es que cuidas de tu comida, entonces el problema puede ser en la cantidad de tu leche. Y esto se soluciona de la única manera – dándole más pecho. La lactancia materna funciona así de fácil – cuanto más amamantes, más leche tendrás. Es nuestra naturaleza – la leche se produce únicamente si hay demanda constante.
Por tanto, deberías de ofrecerle el pecho no únicamente cuando se acerca la hora de su comida sino en cualquier momento cuando esté nervioso, por ejemplo – así tu teta le servirá de chupete que le calmará y a la vez tu bebe estará haciendo un trabajo importante – “programando” a tu cuerpo para darle más leche. Es muy importante que te amamante con la misma frecuencia – por ejemplo, cada tres horas, ya sea de día o de noche. A esa edad, los bebes no suelen ser capaces de pasar toda la noche sin despertar, así que cuando se despierta, le das pecho.
Si es tu bebe está bajo de peso, es importante que al menos una vez al día le des el biberón para que no se quede con hambre - es muy importante que no baje de peso. Pero si insistes en amamantarlo, no tardarás en conseguir de tener más leche y así poco a poco podrás eliminar el biberón de su dieta.
Asimismo, ten en cuenta, que para que tú bebe esté tranquilo, primero has de estar tranquila tú. Un bebe siente muy bien las emociones de su madre y si estás nerviosa, preocupada, estresada, es muy normal si tu bebe se pone nervioso. Amamántalo con amor y con paciencia, y con fe que todo estará bien y que lo conseguirás. Acuérdate, las mujeres amamantan a sus bebes desde hace millones de años - es nuestra naturaleza, la base de la sobrevivencia humana que nunca ha fallado ni fallará.