Anónimo", yo también te escribo desde España, y lo primero que quiero decirte es que, aunque estemos muy lejos y no nos conozcamos, ya tienes un nuevo "amigo" al otro lado del charco, porque empatizo contigo, y me gustaría poder ayudarte o que mis palabras te puedan servir de estímulo.
Lo segundo que quiero decirte es, que, aunque no lo creas, TE ENVIDIO ! Por tu juventud; sólo tienes 23 años! Y tienes toda la vida por delante; y sólo por éste motivo, no puedes rendirte ni derrotarte de la manera que lo estás haciendo.
Yo, ya he superado los 40, he pasado por momentos difíciles por razones parecidas a las tuyas, igual que todo el mundo al llegar a tu edad. Siempre parece que los demás son más felices, más guapos, más ricos y mejores que nosotros; siempre creemos que somos un desastre, una basura... pero no es cierto, porque casi todos los demás tienen los mismos problemas de inseguridad y autoestima, pero no lo muestran al exterior, lo disimulan e intentar aparentar que lo tienen todo bajo control.
También te aseguro que, a tu edad, todos nos sentimos feos y no hacemos otra cosa que vernos constantes defectos, que, posiblemente, sólo los vemos nosotros, o les damos más importancia que lo que realmente tienen.
¿Te parece anormal ser "virgen" a los 23 años? (Qué envidia! Quién tuviera tu edad!). Te diré varias cosas, de las que te darás cuenta con el tiempo: A tu edad, eso no es lo más importante, créeme! Hay muchas otras cosas que deberían importante más (como aprovechar tu juventud para hacer cosas que más adelante no podrás). Yo, personalmente, tuve mi primera experiencia (que nunca es la mejor) a los 22 o 25, no recuerdo, porque aunque sentía la misma presión que cualquier adolescente, no perdía mi tiempo en lamentaciones ni en hacer caso a los demás adolescentes, que no hacían otra cosa que pavonearse y presumir de sus logros (además, ten en cuenta que la gente miente más que habla). Yo me preocupaba en divertirme, ser feliz y aprender de todo lo que tuviese oportunidad, osea, formarme culturalmente y como buena persona y buen ciudadano, pensando en todo el futuro que me quedaba por delante y las miles de cosas que me quedaban por hacer. Y todo ello, sin dejar de ser lo más feliz posible y sin dejar de pasarlo bien. No podía permitirme el lujo de dejar pasar la vida, amargado únicamente por el sexo, mi apariencia física u otros problemas que no lo son y paralizan mi vida. Yo no me preocupaba porque sabía que todo llega antes o después, las relaciones llegarían en su momento, y no hay prisa, porque hay otras muchas prioridades, y toda la vida por delante (Nadie es mejor ni sirve de nada por haber tenido relaciones muy pronto, ésto no es un concurso, ni supone ningún mérito que te sirva para la vida o para alcanzar la felicidad, en muchos casos es al contrario).
También te lamentas porque consideras (erróneamente) que tu imagen, tus rasgos indígenas son "feos" o generan rechazo social. ¿Cómo puedes creer eso? No se te ocurra repudiar tu propia sangre, tu propia personalidad, tu propio origen; no puedes despreciar la vida ni avergonzarte de tus orígenes, de tus antepasados; no puedes sentirte desgraciado por ser quie eres. Todo lo contrario, tienes que sentirte orgulloso, o al menos felizmente agradecido a la vida. No puedes tener sentimientos ni pensamientos racistas hacia tí mismo. Eso es puro y miserable racismo. Si alguien te hace sentir mal por motivo de tu apariencia; si alguien te rechaza o te discrimina, o te hace sentir molesto por quien eres... aléjate rápidamente de esa o esas personas, porque no merecen tu compañía y mucho menos tu amistad o afecto, se merecen tu desprecio, o mejor aún, tu indiferencia.
La apariencia física no es más que una simple opinión de gustos. La belleza, la hermosura física no es más que una cuestión de gustos personales. Lo que a tí te puede parecer guapo o feo, para otra persona resulta todo lo contrario. (Ya ves: a tí te han llegado a convencer de que los rasgos indígenas son "feos", y sin embargo, para mí, que se soy "blanco caucásico", siempre me han parecido muy hermosos y atrayentes. Ya ves: sólo es una simple opinión de la que jamás me avergüenzo ni lo oculto, porque sólo tiene la importancia que tú quieras darle).
En resumen: te aconsejo que no pierdas tu valioso tiempo; que intentes aprender todo lo que puedas para poder adquirir sabiduría, experiencia y pericia, que es lo que te va a hacer falta para poder hacer frente a la vida con éxito, entonces, cuando te des cuenta de que te has convertido en una persona útil y valiosa para el mundo, para los demás, te darás cuenta de que has elegido el camino correcto para alcanzar tu felicidad personal y la de los tuyos, que no has perdido el tiempo en cuestiones vanas (como la apariencia física, que sólo alimenta la ridícula vanidad temporal, hasta que se marchita rápidamente, no dura más que un suspiro, y no te aporta nada útil para alcanzar una vida plena).
Ten mucha paciencia, no tengas prisa, camina a tu ritmo, y si te parece que no avanzas o que vas muy lento, piensa que, en realidad, es preferible ir lento pero seguro, porque es la mejor manera de llegar a donde tú te propongas.
Un saludo y un abrazo de un amigo español que te anima y te desea lo mejor.
(Estoy a tu disposición para lo que quieras decirme o preguntarme, para todo lo que pueda ayudarte o aconsejarte de corazón y buena voluntad).