I. Hola, amiga Socorro, no soy un experto en religión, pero me pareció interesante lo que comparto contigo. Si tienes una Biblia es bueno que busques los textos citados para asegurarte bien.
La manera de acercarse a Dios
1. ¿Qué similitudes se observan en muchas religiones?
MIENTRAS visitaba cierto país oriental, a una turista la asombraron los ritos que vio en un templo budista. Aunque las imágenes no eran ni de María ni de Cristo, muchos de aquellos ritos se parecían a los de su propia religión en su país de origen. Por ejemplo, observó que utilizaban rosarios y recitaban oraciones. Otras personas también han percibido estas similitudes. Los devotos se acercan a Dios o a los objetos de su devoción de maneras extraordinariamente similares en Oriente y Occidente.
2. ¿Cómo se ha definido la oración, y por qué oran muchas personas?
2 Muchos tratan de acercarse a Dios particularmente orándole. Se ha definido la oración como “súplica, deprecación o ruego que se hace a Dios, a los dioses o a los santos. Elevación de la mente a Dios para alabarle, pedir su ayuda o darle gracias por sus beneficios”. (Gran Enciclopedia Larousse.) Pero hay personas que cuando oran a Dios solo piensan en los beneficios que pueden obtener. Por ejemplo, un hombre preguntó en cierta ocasión a un testigo de Jehová: “Si usted ora por mí, ¿se solucionarán mis problemas familiares, laborales y de salud?”. Al parecer, aquel hombre pensaba que sí; no obstante, muchas personas oran y descubren que sus problemas continúan. Por eso cabe la pregunta: ‘¿Por qué deberíamos acercarnos a Dios?’.
POR QUÉ ACERCARSE A DIOS
3. ¿A quién debemos dirigir nuestras oraciones, y por qué?
3 La oración no es un rito vacío de significado ni simplemente un medio para conseguir algo. Una de las razones principales para orar a Dios es cimentar una relación estrecha con él. Por eso debemos dirigir nuestras oraciones al propio Jehová Dios. “Jehová está cerca de todos los que lo invocan”, dijo el salmista David. (Salmo 145:18.) Jehová nos invita a forjar una relación pacífica con él. (Isaías 1:18.) Los que responden a esta invitación concuerdan con el salmista que dijo: “En cuanto a mí, el acercarme a Dios es bueno para mí”. ¿Por qué? Porque los que se acercan a Jehová Dios consiguen verdadera felicidad y paz interior. (Salmo 73:28.)
4, 5. a) ¿Por qué es importante orar a Dios? b) ¿Qué clase de relación podemos cultivar con Dios mediante la oración?
4 ¿Por qué orar a Dios para que nos ayude si él ‘sabe lo que necesitamos antes de que se lo pidamos’? (Mateo 6:8; Salmo 139:4.) Al orar mostramos que tenemos fe en Dios y que lo consideramos la fuente de “toda dádiva buena y todo don perfecto”. (Santiago 1:17; Hebreos 11:6.) Jehová se complace en nuestras oraciones. (Proverbios 15:8.) Él se alegra de oír nuestras expresivas palabras de aprecio y alabanza, tal como un padre se regocija cuando oye pronunciar a su hijo pequeño palabras sinceras de gratitud. (Salmo 119:108.) Cuando existe una buena relación entre padre e hijo, existe también una comunicación afectuosa. El niño que se siente amado desea hablar con su padre. Lo mismo sucede en nuestra relación con Dios. Si apreciamos de veras lo que estamos aprendiendo de Jehová y el amor que él nos muestra, sentiremos un gran deseo de comunicarnos con él en oración. (1 Juan 4:16-18.)
5 Al dirigirnos al Dios Altísimo, debemos hacerlo con respeto, pero no tenemos que preocuparnos demasiado por las palabras concretas que utilicemos. (Hebreos 4:16.) Siempre tenemos acceso a Jehová. ¡Y qué privilegio el nuestro de poder ‘derramar nuestro corazón’ ante Dios en oración! (Salmo 62:8.) El aprecio a Jehová conduce a una relación afectuosa con él, como la del fiel Abrahán, a quien se consideró amigo de Dios. (Santiago 2:23.) Ahora bien, cuando nos dirijamos al Señor Soberano del universo, es necesario cumplir con los requisitos que él estipula para orarle.
Requisitos para acercarse a dios
6, 7. Aunque Dios no exige ningún pago para oír nuestras oraciones, ¿qué requiere de nosotros cuando oramos?
6 ¿Hace falta dinero para dirigirse a Dios? Muchas personas pagan a sacerdotes para que oren por ellas. Hasta hay quienes creen que el grado de atención que Dios preste a sus oraciones dependerá de la cuantía de su donación. Sin embargo, la Palabra de Dios no dice que se nos exija ninguna ofrenda monetaria para dirigirnos a Jehová en oración. Podemos recibir sus provisiones espirituales y las bendiciones de relacionarnos con él en oración sin costo alguno. (Isaías 55:1, 2.)
7 ¿Qué se requiere entonces? Algo indispensable es tener la actitud de corazón apropiada. (2 Crónicas 6:29, 30; Proverbios 15:11.) En nuestro corazón debemos tener fe en que Jehová Dios es el “Oidor de la oración” y el “remunerador de los que le buscan solícitamente”. (Salmo 65:2; Hebreos 11:6.) También debemos ser humildes de corazón. (2 Reyes 22:19; Salmo 51:17.) En una de sus ilustraciones, Jesucristo habló de un recaudador de impuestos que se dirigió a Dios con una actitud de corazón humilde, y dijo que este hombre había probado ser más justo que cierto fariseo arrogante. (Lucas 18:10-14.) Al dirigirnos a Dios en oración, recordemos que “todo el que es orgulloso de corazón es cosa detestable a Jehová”. (Proverbios 16:5.)
8. Si deseamos que Dios conteste nuestras oraciones, ¿de qué tenemos que limpiarnos?
8 Si deseamos que Dios conteste nuestras oraciones, tenemos que limpiarnos de la conducta pecaminosa. Tras animar a sus lectores a acercarse a Dios, el discípulo Santiago añadió: “Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos”. (Santiago 4:8.) Hasta los que han obrado mal pueden forjar una relación pacífica con Jehová si se arrepienten de sus acciones y abandonan su forma de vivir anterior. (Proverbios 28:13.) No podemos esperar que Jehová nos escuche si tan solo aparentamos haber limpiado nuestra vida. “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos están hacia su ruego; pero el rostro de Jehová está contra los que hacen cosas malas”, dice la Palabra de Dios. (1 Pedro 3:12.)
9. ¿Por medio de quién debemos dirigirnos a Jehová Dios, y por qué?
9 La Biblia declara: “No hay en la tierra hombre justo que siga haciendo el bien y no peque”. (Eclesiastés 7:20.) Por lo tanto, cabría preguntarse: ‘¿Cómo podemos entonces dirigirnos a Jehová Dios?’. La Biblia contesta: “Si alguno comete un pecado, tenemos un ayudante para con el Padre, a Jesucristo, uno que es justo”. (1 Juan 2:1.) Aunque somos pecadores, podemos dirigirnos a Dios con franqueza de expresión mediante Jesucristo, quien dio su vida en rescate por nosotros. (Mateo 20:28.) Él es el único conducto por el que podemos dirigirnos a Jehová Dios. (Juan 14:6.) No debemos dar por sentado el valor del sacrificio de rescate de Jesús y practicar deliberadamente el pecado. (Hebreos 10:26.) No obstante, si hacemos todo lo posible por abstenernos de hacer lo malo y aun así erramos algunas veces, podemos arrepentirnos y pedir perdón a Dios. Si nos dirigimos a él con humildad de corazón, él nos oirá. (Lucas 11:4.)