Que puedo hacer si mi esposo y mi hijo actúan igua

La actitud de tu marido me recuerda un anuncio de televisión en el que aparecía una mamá con su hijo en un súper. El niño coge una bolsa de chuches y ante la negativa de su madre a comprárselas se tira al suelo con una rabieta tremenda a lo que su madre en mitad del super se tira al suelo imitando al hijo. En el anuncio el niño queda noqueado ante ese repente de su madre y se calma. El anuncio es muy divertido realmente si no se saca de contexto, quizás en un momento puntual ese tipo de actitudes pueden hacer algo, puesto que el niño no se lo espera, también depende de la edad del niño, seguramente con un pequeño de 3 años no funcionaría, porque hay conceptos que no entiende todavía. Aunque tampoco comparto la visión de tu marido cierto es que hay más cosas que valorar.
Nadie nace con un manual de padres debajo del brazo, cada uno educa como cree que es lo correcto para sus hijos, no hay una fórmula mágica. La educación es compartida, y veo que la manera que ha elegido tu marido difiere mucho a la tuya, y éso quizás es más problemático que la manera de educar en sí. Si bien es cierto, solo hay algo en lo que comparto con tu pareja y es que le quites la autoridad delante del niño porque no te gusta como lo hace. Si tienes que hablar con tu marido y exponerle las cosas, hazlo, pero en privado, mientras como mucho, lo que puedes hacer en el momento que le esté echando la regañina al pequeño, es mantenerte al margen, si no puedes verlo porque no lo soportas, vete a otra habitación. Por supuesto, cuando seas tu la que le eche la regañina a tu manera, tu marido es el que se tiene que mantener al margen y tampoco quitarte la autoridad a ti, porque al final lo que pasará es que el niño a ti te tome por el pito de un sereno y no te vea con el mismo respeto, y por supuesto el pequeño se sentirá confuso, principalmente es lo que hay que evitar.
Si no queréis que esto afecte a vuestra vida en pareja, deberíais hacer pacto, los niños son esponjas que lo absorben todo y son como la arcilla, moldeables, si le acostumbraís a respetaros, independientemente de que herramientas utilicéis para que suceda, haciéndole ver que no hay una manera ni mejor ni peor, que simplemente son distintas pero que tienen el mismo cometido, que es el de hacerle una persona independiente y con valores.
Has dicho que el padre de tu marido educó a sus hijos en su momento de la misma manera que lo está haciendo hoy en día tu marido con su hijo. Cuestionate cómo es tu marido a día de hoy, que es lo que te gustó de él cuando os conocisteis, si es una persona centrada, si lo ves como alguien productivo y no destructivo, si él respeta las normas etc... te darás cuenta de que si te gusta él, si lo amas de verdad por lo que representa, por lo que te aporta y porque sus valores (dejando al margen métodos de educación) concuerdan con los tuyos, solo significa una cosa... que su padre aunque utilizara un método de educación un poco extravagante desde tu punto de vista, ¿algo tuvo que hacer bien no? Me refiero que no hay un mejor método sino que lo que realmente importa son los RESULTADOS. Siempre y cuando el método funcione, por supuesto.
No soy pedagoga, tampoco tengo hijos, cierto es que he trabajado con niños y cada pequeño es un mundo. Lo que si tengo claro es una cosa, que el amor siempre funciona y que es la base de toda educación, que el niño se sienta querido desde que nace porque ésto le reforzará la autoestima y el día de mañana le hará ser una persona segura de sí misma. Corregirlo con cariño, reforzar lo positivo cada vez que haga algo bien, hacerle partícipe en las tareas cotidianas para que empiece a adquirir su independencia, etc...
Para terminar, te sugiero que hables con tu marido y llegueís a un pacto común respetando vuestras diferencias, hazlo de manera constructiva, que tu marido sienta que aunque no estés de acuerdo lo valoras, no saques a relucir el pasado, provocará y tu pareja verá que no buscas conciliación sino una manera más de querer cambiarlo. No lo va a admitir, pero si le haces entender que tu aun no compartiéndolo, lo vas a respetar, eso si estando en el mismo derecho de pedir tu lo mismo, puede que hagas algo.
Piensa que, discutir continuamente con tu pareja no va a cambiarlo, sino que puede que al final tengas un disgusto mayor. Si una táctica no funciona cambia de táctica. No tengas el sentimiento de que nuevamente has tenido que ceder con tu pareja, y que él se ha salido con la suya. Posiblemente ganeís los dos, porque tu manera de ver las cosas se empezarán a respetar también, y que lo principal es que los dos MIREÍS HACIA LA MISMA DIRECCIÓN, que en este caso es tu hijo, los dos queréis lo mejor para él pero de distinta manera.