El único individuo que debería de preocuparte en esta situación eres tú mismo.
Se entienden muy bien tus ganas de vengarte, de golpear a ese chico, y no faltan jóvenes que eligen este camino para “arreglar” las cosas. Lo que pasa es que si vas a ir por la vida haciendo caso a cada tonto quien te insulte, te hable mal… pues no podrás estar feliz ni tranquilo.
Tu ego está dañado y tienes una justificación para hacer sufrir a ese chico, hacerle saber que por lo menos en algo tú podrías ser mejor que él (me refiero si físicamente eres más fuerte que él y piensas que lo podrías ganar). Has de tener en cuenta, que si llegaras a hacerle daño, a él también le pueden entrar ganas de vengarse, y no sabes hasta donde uno es capaz de llegar… A saber cómo podrían acabar las cosas (y a veces acaban muy mal). ¿Vale la pena? Vale la pena de meterte en líos únicamente porque alguien te dijo, como has mencionado tú mismo, ¿qué no tenías amigos ni novia?.. Bueno, no tienes amigos, no tienes novia, pero esto no es algo permanente sino son cosas que pueden cambiar, y muy pronto.
Aprovecha ese evento para reflexionar, para decidir qué tipo de persona tú quieres ser. Si piensas que golpeando a cada persona que no te gusta vas a solucionar tus problemas, te puedo asegurar que no será así sino al revés – tendrás más problemas. Y si buscas amigos, con ese pensamiento, podrías fácilmente encontrarte algunos para quienes el “talento” para golpear fuerte al otro será muy valorado, sin embargo, si juntarse con unos amigos así, mejor ya estar sin ninguno…
El hecho que hayas escrito aquí, y no golpeaste aún ese chico (aunque tengas muchas ganas) prueba que tú no eres así, que lo que quieres hacer ni a ti mismo te parece correcto, pero tu ego está dañado y no encuentras manera de calmarlo…
No has de probarle nada a ese chico – has de probar a ti mismo. Pruébate a ti mismo que eres capaz no hacer caso a los que hablan mal de ti, que eres capaz de ignorarlos – esto es ser fuerte, esto es preocuparse de uno mismo, de amarse, de confiar en uno mismo. Acepta lo ocurrido, acepta que la chica eligió al otro (y él no tiene la culpa de ello, nadie tiene la culpa) – habrán otras chicas que te gusten, no te desesperes y ignora a la gente que quiere herirte…