¿Qué hago para no llorar cuando discuto con mi papá?
Tengo 18 años, vivo con mi familia. A veces, más que nada durante la cena, mirando tele mi papá capaz dice algo que yo no estoy de acuerdo, y empezamos una "discusión" sobre ese tema, yo no voy a discutir sobre algo que no esté informada así que siempre tengo argumentos cada que discutimos, el problema es que muchas veces en estas charlas me siento intimidada, mi papá en varias ocasiones sube el tono de su voz, no al punto de gritar, pero es muy firme y no me deja argumentar, siempre termino con los ojos aguados, y casi siempre me voy a mi pieza a llorar. Como lo digo parece que soy débil y no puedo mantener una discusión, pero solo me pasa con mi papá, no me pasa con nadie más en mi familia, ni con amigos o cuando teníamos debates en la escuela. ¿Hay alguna manera en la que pueda dejar de llorar? Porque él también se enoja cuando ve que se me llenan los ojos de lagrimas y sube el tono o hace gestos como que soy insoportable, no se si debería hablarlo con alguien. No me parece un tema leve porque a veces paso noches enteras llorando por esto. Perdón si es muy largo, quería dar contexto de la situación
Querida Ornella, en mi forma de ver (depare del padre) muchas beses es difícil de cambiar por la educación que recibimos y lo que sufrimos con nuestros padres, por eso no es como diciendo lógico exigir de tu padre que cambie y mas si no entiende y sabe que hay que cambiar en eso, por eso te aconsejo que es una lastima llegar a ese punto de discusión es preferible no empezar por completo..., si tu estas segura de lo que dices no necesitas afirmación de nadie ni de tu padre, por eso si tu ves que el es así ni empieces a discutir que piense y diga lo que el quiera, es un lastima sufrir y no gozar de esta linda y muy corta vida es una lastima seguir así
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Lo que te recomiendo es rectitud de intención a la hora de contrastar ideas o pareceres.
Dices que no vas a discutir si no estás informada, pero lo fundamental es el objetivo de hacer el bien, ya que si tienes información fidedigna, pero la pones al servicio de particulares intereses desordenados, eso no te encamina bien.
La rectitud de intención, el guiarte por hacer el bien, estando en gracia de Dios, y pretendiendo hacer la Voluntad de Dios, es con lo que acertarás mejor a la hora de saber si tienes que hablar, ya sea en ese momento, o bien en otro más oportuno, o bien si parece más prudente el callar. Y claro que no todo es comenzar, sino que tendrás que mantener el recto objetivo durante toda la conversación. Si no es tu objetivo que él te valore, también tienes que afrontar bien la prueba de quizá verte humillada. Cuanto más rectamente te encamines, más conforme te quedarás con tu actuación, independientemente de las apariencias.
El problema es su inseguridad.
Tienes que pensar que para un padre, reconocer que su hija es mas lista que él tiene que ser duro, entonces cuando no se convence con palabras para llevar razón se recurre a elevar el tono de voz e intimidar a la otra parte.
En tu caso te da pena tener que estar discutiendo con tu padre cuando tienes seguro que llevas razón y cuando lo mas normal sería que él reconozca que esta errado y que es una suerte que su hija esté bien preparada.
Así que no entres en el juego de discutir por llevar razón o por imponer tu opinión. Si conoces algo díselo, pero cuando te rebata, no entres en el juego de volver a rebatir, deja en el aire tus palabras y que el tiempo de la razón al que la lleve. Es decir no echeis un pulso de quien es más listo.